Este notable documental de la TV belga muestra cómo se pasó de la ganadería tradicional a la intensiva y luego industrial, que primero sustituyó el pasto por el maíz y la soya para alimentar al ganado y más tarde adicionó antibióticos y otros químicos. Todo eso es lo que hemos ingerido nosotros…
Un granjero belga ya jubilado -que se pregunta “cuándo pasamos de ser pastores amigos del medio ambiente a ser ganaderos contaminantes”-, es quien lleva el relato en este excelente documental de la televisión belga (2011) sobre la industria de la carne, que aborda desde los temas de salud a los económicos, pasando por los inevitables costos medioambientales.
Con el sugerente título de “Ámame enCARNEcidamente” (“Love MEAT ender”) y la correspondiente canción, la narración nos introduce en la historia de carne y cómo se pasó de consumirla solo los domingos y para las fiestas a las altísimas cifras de hoy.
Si en 1950 en los países desarrollados se consumían 50 kilos de carne al año por persona, para 2050 esa cifra subirá a 90 kilos y eso multiplicado por 9.000 millones de habitantes estimados para la fecha…¡¡insostenible!! La FAO calcula que para satisfacer la demanda actual se sacrifican 60 mil millones de animales.
En la década de los ‘60 se inició el paso de la ganadería tradicional a intensiva y luego industrial. ¿Qué significa esto?: Ganadería Industrial es ganadería sin tierra: es conseguir la mayor cantidad de proteína en el menor tiempo y espacio posible. La hierba y los nutrientes del suelo ya no servían a esos propósitos, entonces se comenzó a suministrar maíz y soya (cultivos que consumen gran cantidad de fertilizantes y pesticidas).
Algunas cifras interesantes:
-70% del maíz producido en EE.UU. y el 80% de la soya cultivada en el mundo es para alimentar animales.
-El mayor productor mundial de carne (10%), Brasil, realiza entre el 30 y 40% de la producción en la Amazonía.
-Desde 1950 Brasil ha perdido 18% de este pulmón y patrimonio del mundo (720.000 km2), el 80% de esos terrenos deforestados son ganaderos y 5% de cultivo de soya.
-18% de los gases de efecto invernadero los “aporta” la industria de carne (gas metano por la alimentación del ganado), más que los vehículos.
Consumo de agua para producir:
1 kilo de carne= 15.500 lts. (lo mismo que 200 kilos de tomates y 160 kilos de papas)
1 kilo de cerdo= 4.900 lts.
1 kilo de pollo= 3.900 lts.
El 45% del agua del planeta es para producir carne.
La ganadería basada en maíz y soya contamina… el aire, agua y suelo, además altera la cadena alimenticia. Cuando los animales consumían sólo pasto, teníamos omega 3 en la carne, hoy alimentados con maíz y soya tenemos exceso de omega 6. Este desequilibrio explica muchas de las enfermedades actuales, desde las cardiacas a distintos tipos de cáncer y la pandemia moderna, la obesidad.
Y qué hay de las sustancias químicas añadidas al alimento del ganado: los norteamericanos consumen 1.500 toneladas de antibióticos cada año y los animales unas 12.000 toneladas mezclados en los aditivos alimentarios, conocidos como “piensos”. En Europa hace años se prohibió su uso; en EE.UU. recién la FDA está tomando medidas. Pero las enfermedades llegan igual: gripe aviar, fiebre aftosa, gripe porcina, etc.
El ganadero jubilado termina sentenciando algo muy obvio, pero con frecuencia bastante olvidado: “El consumidor es el agente que inclina la balanza hacia la sensatez o la locura; si sigue tolerando carne de cerdo criado sobre su excremento y huevos de gallinas enjauladas… la máquina no se detendrá”.
Duración: 52 Minutos. Doblada al español.
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