Japón perdió en La Haya: Corte ordena suspender caza “científica” de ballenas

Es una victoria enorme como una ballena, señalan ecologistas ante la decisión de CIJ que no considero “científica” la caza nipona. El dictamen es vinculante y sentará precedente, pero si Japón decidiera ignorarlo, Sea Sheperd –la ONG que ha enfrentado a los balleneros- advierte que tendrá listos sus barcos para volver a alta mar.  

Terminó la espera. Hoy la Corte Internacional de Justicia (CIJ), ante la cual Australia demandó en 2010 a Japón, ha ordenado a este país revocar los permisos de caza de ballenas y evitar pedir otros por considerar que no se ajustan a “fines científicos”. Se trata de un fallo vinculante y que obliga a las partes a acatarlo y que sentará precedente para a la hora de interpretar la normativa de caza.

La sentencia de la Corte, de 12 votos contra 4, señala que Japón tendrá que revocar las licencias otorgadas y no solicitar otros permisos argumentando el programa Jarpa II (de caza con fines científicos), pues “no se ajusta a las provisiones contenidas en al artículo VIII” de la Convención Internacional para la Reglamentación de la Caza de Ballenas.

El mencionado convenio autoriza la caza de los cetáceos para la subsistencia de la población aborigen o cuando se buscan fines científicos, pero en opinión de los jueces el caso nipón se ha realizado de manera “poco transparente”. Esto dice relación con que Japón no pudo explicar por qué aumentó el tamaño de la “muestra” de su programa científico a 850 ballenas rorcual aliblanco, tampoco por qué incluyó otras dos especies; 50 ballenas jorobadas y 50 más de rorcual común.

“La medida no es razonable… con los objetivos”, dijo la Corte.

La Comisión Ballenera Internacional puso fin a la caza comercial de ballenas en 1986, pero escudándose en el artículo VIII de la Convención de 1946 que permite la caza con fines científicos, Japón la retomó poco después, ganándose críticas en buena parte del mundo.

LAS BALLENAS HAN GANADO

Acusando la violación de la Convención que promueve la conservación de la especie y la industria ballenera sostenible, Australia demandó a Japón en mayo de 2010. Pero para los conservacionistas, este país simplemente ha transgredido la normativa internacional, pues los “fines científicos”, siempre fueron una pantalla.

Desde 1987 la ONG Sea Sheperd fue el único freno que tuvieron los barco factoría nipones, con quienes se enfrentaron en alta mar en una batalla frontal, interponiéndose entre las ‘presas’ y los cazadores y denunciando con videos y fotos la brutal temporada de caza en aguas antárticas. Para ellos se trataba de una actividad ilegal.

“Las ballenas han ganado… con la decisión de hoy, la Corte ha adoptado una postura imparcial y justa en el lado correcto de la historia mediante la protección de las ballenas del Santuario de Ballenas del Océano Austral y el ecosistema marino vital de la Antártida, una decisión que impacta a la comunidad internacional y las generaciones futuras», señalaron desde la organización.

«Sea Shepherd y yo, junto con millones en el mundo, esperamos que Japón honre este fallo y deje a las ballenas en paz», dijo el capitán Paul Watson, fundador e ideólogo de la ONG, quien agregó que tendrán sus barcos preparados en diciembre de 2014 si Japón pretendiera ignorar el fallo.

NO MÁS ARPONES

En Australia políticos y ecologistas celebraron la noticia, sin duda de las importantes del año en lo relativo a conservación y ecología. «Es una decisión verdaderamente histórica y vindica nuestra acción. Significa que la caza científica de ballenas no existe y no vamos a ver más arpones en el Océano Antártico», expresó el laborista y ex ministro de Medio Ambiente australiano Peter Garrett.

«¡Una victoria enorme como una ballena!» reaccionó por su parte el fundador de Verdes en Australia, Bob Brown, quien añadió que «todos los australianos pueden sentirse orgullosos».