Ibiza, en la mira de las petroleras y defendida por famosos

Uno de los balnearios más exclusivos de la Unión Europea, lugar de encuentro de figuras del jet set internacional, ícono de la vida bohemia de famosos de todo nivel, está amenazado por varios proyectos de explotación de hidrocarburos. Por eso son ellos mismos quienes han salido a protegerlo, desde Paris Hilton a Kate Moss. 

Para ‘la sed’ petrolera no hay rincón del planeta a salvo. Destruyeron la vida en una parte de la selva amazónica, el desastre de Chevron; y sigue habiendo proyectos allí en el pulmón del mundo. Tienen la mira puesta en el Ártico y aunque de momento están detenidos, quizás sólo es cosa de tiempo. Los expertos se cansan de repetir que lo sustentable y saludable son las energías verdes, pero se insiste con los fósiles. Ahora van por Ibiza, la cosmopolita isla de las Baleares, ubicada a 35 kilómetros de la costa, entre Cataluña y Alicante.

Un puñado de famosos, entre ellos la eterna modelo de pasarelas y figura del jet set Kate Moss, su amiga la diseñadora e hija del líder de Rolling Stone, Jade Jagger, quien es sindicada por la maniquí como la líder del movimiento de defensa en el exterior, ‘el cerebro de la resistencia’; y hasta la polémica Paris Hilton han alzado la voz para oponerse a los proyectos de explotación y explotación de crudo en el fondo marino.

Otros que se han manifestado, junto a los nativos de Ibiza son la actriz Sienna Miller, los españoles Paz Vega y Alejandro Sanz, otra vez; el cantante de la banda Jarabe de Palo, además de políticos de todo el arco, empresarios y ONGs como Oceana y Greenpeace. Incluso hay famosillos que se han desnudado por la causa.

PELIGRAN MEDIO AMBIENTE, PESCA Y TURISMO

El movimiento proteccionista de las Baleares está organizado desde la plataforma Alianza Mar Blava (azul). En ella se puede leer sobre la situación actual de los proyectos en vista. La empresa escocesa Cairn Energy está en posesión de licencias otorgadas por el Consejo de Ministros para explorar el fondo marino del Golfo de Valencia en busca de gas y petróleo. Para hacerlo requiere de permisos otorgados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, una vez visados los respectivos estudios de impacto ambiental. Los permisos aún no han sido solicitados, ya que la presión pública los ha tenido en el ojo del huracán.

Los activistas pro Ibiza señalan que la explotación de los hidrocarburos tendría graves impactos sobre el medio ambiente y la economía de las costas Balear y Peninsular, afectando sectores tan estratégicos como el turismo y la pesca. Uno de las áreas del mapa petrolero está apenas a 40 kilómetros de la costa ibicenca.

De aprobarse los respectivos permisos, lo primero en el horizonte de este balneario top europeo serán los sondeos sísmicos, que ahuyentará a peces y cetáceos protegidos. Allí, el delfín mular entre otras especies, además de cachalotes, tortugas marinas, pardela balear (la ave marina más amenazada a nivel europeo; 90% de su población está en la zona de cría, ahí en el archipiélago balear), caladeros de pesca, son algunos de los ecosistemas en riesgo ante cualquier alteración externa.

Estudios en el Mar del Norte mostraron una disminución de las poblaciones de peces en zonas con prospecciones sísmicas; entre 36 y 54%, dependiendo de la especie. Y todas las agrupaciones ecologistas que han planteado crear un santuario del Atún Rojo (especie en peligro) en el área, tendrían que ir olvidando el anhelo.

La petrolera también ha solicitado prospectar en el golfo de León español, permiso aún no concedido. Sin embargo, sus intentos exploratorios en el Ártico no prosperaron por deficiencias en seguridad en caso de vertidos de crudo en las condiciones extremas que impone la zona.

Por ello los activistas de la Alianza Mar Blava, mantienen esperanzas de que la petrolera no obtenga los permisos ministeriales. Señalan que la legislación española y europea faculta al gobierno central para denegar permisos, en los casos que los costos ambientales sean “inasumibles”, que no implican indemnización alguna a la empresa. Y creen, firmemente, que éste es uno de esos casos.