El que ha sido llamado el ‘vertedero más alto del mundo’ será resguardado de los residuos que dejan unos 800 escaladores cada temporada de ascensión. Las autoridades nepalíes –que también evalúan multas a quienes no cumplan- esperan limpiar de la cumbre de 8.848 mts. de altura unos 6.400 kilos de desperdicios.
Ningún sitio en la Tierra se salva. A cualquier lugar donde llega hombre, la basura llega con él. Tampoco se ha librado el Monte Everest, la cumbre más alta del mundo (8.848 metros), que desde hace unos años es llamado el ‘vertedero más alto del mundo’ debido a la cantidad de desechos que dejan allí sus visitantes. Pero todo tiene límites: desde ahora una normativa obligará a escaladores a recoger 8 kilos de basura y regresarla al campamento base, a 4.800 metros.
La iniciativa del Ministerio de Turismo de Nepal comenzará a aplicarse desde este mes y hasta finalizar la temporada en mayo, junto a otras medidas que pretenden limpiar el impacto que implica recibir cada año unos 800 escaladores.
«El gobierno ha decidido, con el fin de limpiar el Monte Everest, que cada miembro de una expedición deben traer de vuelta al menos 8 kg. de basura, además de su propia basura», señalaron las autoridades, que aún evalúan si aplicar una multa u otra sanción legal a quienes no cumplan.
Se estima que cada escalador genera unos seis kilos de basura, incluyendo tubos de oxígeno, y de gas para cocinar, latas de comida, carpas, cuerdas, plásticos, desechos humanos. Con la medida esperan recoger unos 6.400 kilos de residuos.
A pesar de que hasta ahora las expediciones deben cancelar 4 mil dólares que son reembolsados al regresar y entregar la basura, el sistema no ha funcionado, por eso se considerarán otras sanciones. Las expediciones de limpieza han sido comunes en los últimos años para mitigar el impacto humano, pero no es suficiente.
Hace tres años, las expediciones de sherpas –trabajadores nepalíes que ayudan a las expediciones a subir e instalar campamentos, habían bajado más de 12 toneladas de basura. Además de estos residuos, en algún lugar de la cima del mundo también yacen unos 70 cuerpos de escaladores fallecidos y que no se descomponen en el frío.
El cobro por la ascensión es una importante fuente de ingresos para el empobrecido país. De hecho, hace poco las autoridades anunciaron para 2015 una reducción de las tasas para escalada individual al Everest y otras cimas del Himalaya, en un intento por atraer más montañistas (de 25 mil dólares a 11 mil dólares). Al mismo tiempo subirán las tarifas en grupo, para desalentar colectivos numerosos. Con todo, las preocupaciones entre los ambientalistas por el manejo de la basura persisten.
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