Los peligros que acechan al agua por la demanda energética

En el Día Mundial del Agua que se celebra mañana, Naciones Unidas entrega un informe que marca el estrecho vínculo entre agua y energía y llama a coordinar su gestión, para lograr el desafío de abastecimiento para todos. Al día de hoy, casi 800 millones tienen dificultades para acceder al agua en el mundo y 1.300 no tienen luz.

No habrá desarrollo sostenible, en tanto no haya acceso al agua para todos y energía para todos. Ese es uno de los mensajes subrayados en el informe de Naciones Unidas entregado con motivo del Día Mundial del Agua, que celebra mañana en el calendario de la agencia internacional.

“El agua y la energía son desafíos mayores y deberían figurar de manera prominente en el programa de desarrollo para después de 2015”, dice el presidente de ONU-Agua, Michel Jarraud. Son sectores interdependientes que requieren la cooperación de todos los sectores para mejorar su gestión, sugiere la directora general de UNESCO, Irina Bokova.

Los datos duros de este quinto documento, “Agua y Energía”, señalan que 768 millones de personas no tienen acceso de abastecimiento de agua. Otros 1.300 millones no tienen acceso a electricidad, mientras 2.600 millones usan combustibles sólidos –biomasa, como leña- para cocinar. Los mapas de carencia de agua y electricidad son similares y, en la práctica, las decisiones tomadas en un sector repercuten en el otro: las sequías agudizan la crisis energética y la falta de energía limita la posibilidad de riego.

Hoy el 15% de las extracciones de agua se destinan a la producción energética y esta cifra aumentará al 20% en 2035. La demanda de electricidad para esa fecha subirá en 70%; la mitad de este crecimiento se producirá en China e India. En la actualidad el 20% de los acuíferos del mundo están sobreexplotados y muchas regiones están sometidas a escasez. Los pronósticos dicen que en 2050, más de 2.300 millones de personas vivirán esta realidad de forma severa en regiones del norte de África, Asia central y sur.

PRODUCCIÓN DE ENERGÍA

La demanda energética se cubre a costa de los recursos hídricos, afirman los expertos. Y todas las opciones tienen límites. Centrales termoeléctrica y nucleares, son fuente de preocupación por la contaminación; la producción de biocombustibles implican enormes cantidades de agua, lo mismo que la -hoy en boga- explotación de gas de esquisto mediante la fracturación hidráulica, la que además puede contaminar las napas subterráneas.

La energía hidroeléctrica –que cubre el 16% de demanda mundial- tiene un costo social y medioambiental importante, pues disminuye la biodiversidad de las zonas aledañas a donde se capta el agua.

La energía eólica, entre 2000 y 2010 aumentó un 27%, en tanto al solar subió un 42%. Ambas consumen poco agua, pero su servicio es irregular y debe compensarse con otras fuentes. Y, a pesar del avance de las renovables, las energías fósiles seguirán dominando el panorama hasta 2035, según las previsiones.

PROPUESTAS

Las sugerencias del documento frente a los desafíos, en primer lugar señalan la necesidad de coordinar las gestión de ambos recursos y luego de adecuar las tarifas de luz y agua “para que los precios reflejen el costo real y el impacto medioambiental que causa su extracción y producción”.

En 2008 se estimaba que se necesitaban 103.000 millones de dólares por año para alcanzar en 2015 el objetivo abastecimiento, saneamiento y tratamiento de aguas servidas. Otros 49.000 millones de dólares al año se requieren para lograr acceso universal a la energía en 2030. Estos desafían requieren que el sector privado completamente los esfuerzos estatales, sugiere el documento.

Los sistemas de producción mixta de agua y electricidad, que ya operan exitosamente en Arabia Saudita y Emiratos Árabes, desalinizando agua de mar y produciendo energía, deberían multiplicarse en las regiones áridas. Lo mismo que la producción energética de gas metano a partir de aguas servidas. El informe cita como ejemplo la planta La Farfana de Santiago, que trata la mitad de las aguas servidas de la Región Metropolitana y produce 24 millones de metros cúbicos de biogás, que abastecen a 100 mil personas. Otro ejemplo a imitar, sería el de Estocolmo, Suecia, donde sus buses y taxis funcionan con biogás procedente de aguas tratadas.

Una treintena de entidades de Naciones Unidas y otros 37 socios internacionales son responsables de la elaboración de este informe, que da cuenta del panorama global de los recursos hídricos mundiales, y que a partir de este año se publicará anualmente cada Día Mundial del Agua.