Uso masivo de insecticidas pone en riesgo producción de alimentos

Abejas polinizadoras y lombrices que mantienen saludable el suelo son los más afectados, pero también daña a aves y peces. Su lenta descomposición los ha ido acumulando en todos los ecosistemas. Científicos que evaluaron más de 800 estudios piden eliminarlos progresivamente.

Ya no son sólo las abejas, de cuyo veloz descenso poblacional se culpa a los insecticidas neonicotinoides; suspendidos en la Unión Europa por esta razón. Un equipo internacional de 29 científicos concluye que los insecticidas más utilizados por la agricultura tradicional han envenenado casi todos los hábitats del planeta y ponen en riesgo la producción mundial de alimentos.

Ante la evidencia, piden endurecer las reglamentaciones vigentes y «empezar a planificar su progresiva supresión a escala mundial o, al menos, formular planes destinados a reducir fuertemente su uso». Su lenta descomposición, sumado al uso masivo, ha dado lugar a una contaminación a gran escala, llegando a una acumulación peligrosa en el medio ambiente.

“La evidencia es muy clara. Estamos siendo testigos de una amenaza para la productividad de nuestro medio ambiente natural y de cultivo”, señala uno de los científicos que lideró la iniciativa “Evaluación Integrada Mundial sobre Plaguicidas Sistémicos”, que durante cuatro años revisó más de 800 estudios sobre los efectos de estas sustancias químicas sobre la biodiversidad y los ecosistemas.

PERSISTENTES, SISTÉMICOS Y DE USO COTIDIANO

Se trata de los neonicotinoides y otro llamado fipronil, una nueva generación de pesticidas, persistentes, sistémicos y neurotóxicos (que afectan el sistema nervioso central del ser humano), introducidos a mediados de los ’90. Son dueños del 40% del mercado y a diferencia de los pesticidas que se pulverizan sobre cultivos, se usan para tratar semillas. Es decir, son parte integral de la planta, están en raíces, hojas, polen y néctar; lo que se llama sistémico.

Las primeras consecuencias las sufren desde las abejas a las lombrices de tierra, esenciales para la producción mundial de alimentos. Los investigadores señalan que estos insecticidas son aplicados de manera cotidiana y no en respuesta a ataques de plagas específicas. Además es común que se usen de manera doméstica contra las pulgas en gatos y perros, y contra las termitas de la madera. Por otro lado, destacan que no hay evidencia de que su uso mejore la producción y el rendimiento agrícola.

“Lejos de proteger la producción de alimentos, el uso de neonicotinoides está amenazando la infraestructura que la permite”, explicó Jean Marc Bonmatin, del Centro Nacional de Investigación Francesa (CNRS). Los efectos son variados; pueden ser inmediatos o crónicos.

Desaparción de las abejas está vinculada al uso de neonicotinoides.

Desaparción de las abejas está vinculada al uso de neonicotinoides.

La desaparición de las abejas polinizadoras -responsables de tres cuartas parte de los cultivos del mundo- está directamente relacionada con ellos, pues dañan su capacidad de navegar y su sistema inmunológico para defenderse de enfermedades; en las lombrices altera su capacidad de cavar túneles que son los que airean la tierra y la mantienen saludable. Pero también mariposas, aves y peces se ven afectados. Un solo puñados de semillas tratadas con insecticida mataría a las aves.

Este grupo de científicos europeos se autoconvocó en 2009, bajo el nombre de Grupo de Acción ante Plaguicidas Sistémicos, araíz de la creciente preocupación por la disminución de las poblaciones de insectos. El objetivo: rastrear las causas del fenómeno, que comienza en la década del ’50, pero cuya escalada se produce en los ’90, afectando incluso a aves insectívoras tan comunes como golondrinas y gorriones. Pero aún queda mucho por estudiar; no se sabe de los efectos combinados con otros pesticidas, sobre efectos en mamíferos y reptiles; ni los efectos a largo plazo en dosis sub-letales.

Cada uno de los artículos que integran el estudio fueron publicados entre enero de 2010 y junio de 2014 en la revista Environmental Science and Pollution Research.