Greenpeace alerta sobre presencia de residuos químicos peligrosos en diversos artículos para niños y bebés. Aunque no actúan directamente, si tienen efectos por acumulación. El estudio es parte de la Campaña Detox, promotora de una moda libre de contaminación para usuarios y medio ambiente.
Residuos de químicos peligrosos en la ropa y el calzado infantil están presentes en grandes marcas de ropa de calle, deportiva y de lujo, según una nueva investigación de Greenpeace que analizó 82 productos textiles infantiles. Los artículos testeados fueron comprados entre mayo y junio de 2013 en 25 países e incluyen doce importantes marcas como Disney, GAP, Nike, Adidas, Puma, la marca de lujo Burberry, además de Primark, Uniqlo, C&A y American Apparel.
Entre las sustancias peligrosas encontradas están: bloqueadores hormonales (alquilfenoles, etóxilatos), ftalatos tóxicos para la reproducción. Se encontraron residuos de estaño (21 artículos con plastisol en telas estampadas y calzado), perfluorados (PFC en prendas impermeables, calzados y artículos de baño) y antimonio en productos con tejidos de poliéster.
Los artículos fueron fabricados en al menos 12 países y/o regiones y fueron analizados en laboratorios independientes, excepto el análisis de antimonio que se realizó en laboratorio de Greenpreace. Pese a que todos los productos eran para niños y bebés, no hubo diferencia significativa entre gama y niveles de productos químicos peligrosos de este estudio con anteriores que analizan químicos.
En la web está disponible una guía de bolsillo, en inglés, para conocer más de estos pequeños monstruos que viven en el closet.
La iniciativa es parte de la Campaña Detox, que impulsa la moda libre de tóxicos y contaminación, y que pretende desafiar a las marcas de ropa más populares del mundo a trabajar en conjunto con sus proveedores y a eliminar los vertidos de sustancias tóxicas en el agua. En dos años de trabajo, muchas marcas ya se han comprometido con Detox, como Puma, Zara, Mango, Levis, Victoria Secret, H&M, Benetton, Valentino. Pero se siguen haciendo estudios y en algunos casos del dicho al hecho… Marcas que aún no dan el paso son GAP y Calvin Klein.
Aquí puedes echar un vistazo a un anterior estudio de 2012, ilustrado con fotos de las prendas y marcas “peligrosas”.
POR ACUMULACIÓN Y EN MEDIOAMBIENTE
Pese a lo peligroso del contacto con estos químicos, no existe peligro directo para los usuarios de las prendas. Sin embargo, si tienen efectos dañinos para la salud humana y de otros organismos cuando son liberados al medioambiente, durante el lavado, por ejemplo, y tienen efectos por acumulación.
La encargada de la campaña, Ann Lee, señaló que la tercera parte de los productos fueron fabricados en China, país cuya regulación de tóxicos comenzó recién en 2013. Si bien las firmas no incurren en ilegalidades, pues los controles se establecen en el proceso de manufacturero,«sería trágico que China siguiera siendo la fábrica del mundo sólo porque el sector textil mundial quiere aprovecharse de su falta de política medioambiental», señaló.
EN DETALLE
Los resultados del estudio sugieren el uso generalizado de NPE (etoxilatos de nonilfenol) durante la fabricación de los textiles, regulado en la Unión Europa y otros países, pero cuyo uso aún es permitido en muchos otros y que da lugar a la liberación de éstos al medio ambiente; los residuos en la ropa se liberan fácilmente cuando los artículos se lavan como parte de su uso normal.
Todavía no existe normativa en ninguna parte para restringir la venta de productos que contengan NPE. Para ofrecer una protección adecuada, Greenpeace señala que la normativa en preparación en la UE debería establecer límites lo más bajo posibles.
Los ftalatos se detectaron en tejidos impresos de 33 de 35 artículos. Una camiseta Primark comprada en Alemania contenía una alta concentración y un enterito de bebé American Apparel comprado en EE. UU un mínimo nivel, ambos siguen demostrando el uso de plastificantes dentro de formulaciones de plastisol como ingredientes generalizados de la industria. La venta de productos con ftalatos no está regulada en ninguna parte.
Los compuestos orgánicos de estaño son tóxicos a niveles relativamente bajos de exposición a una variedad de organismos, incluyendo mamíferos, con inmunotoxicidad , efectos en el desarrollo y la neurotoxicidad. La UE existe una regulación de ciertos compuestos orgánicos de estaño en textiles y otros productos de consumo; ninguno de los artículos analizados presentó concentraciones por encima los límites de la UE; tampoco los que se venden fuera de ella.
El PFC, encontrado en altas cantidades en un pantalón impermeable de H&M, un traje de baño Adidas y una capa Nike, es utilizado en los textiles por su estabilidad química y capacidad de repeler el agua y aceite. Por lo mismo son persistentes y no se degradan fácilmente. Pueden ser tóxicos para los animales durante el desarrollo y la edad adulta, provocan trastornos hormonales y muestran toxicidad reproductiva. No existe regulación para este compuesto.
El antimonio está presente en cualquier poliéster y a pesar de la toxicidad conocida y de la disponibilidad de catalizadores alternativos para su fabricación, actualmente no existen regulaciones que prohíben su uso en la elaboración de textiles.
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