La entidad española Infozoo dice que estos recintos hacen crianza para asegurar una buena exhibición -aunque argumentan razones conservacionistas- y que venden los ejemplares que ‘sobran’ a otros recintos. El resto, entre 3 mil y 5 mil animales cada año en Europa, simplemente se elimina. Exigen que se controle la reproducción o dejen de hacer crianza.
Entre 3.000 y 5.000 animales sanos son sacrificados cada año en los zoológicos europeos, de acuerdo a los propios registros de la entidad que los agrupa y según denuncia Infozoos, entidad que integran dos organizaciones conservacionistas españolas –ANDA y Faada- y la británica Born Free, quienes consideran éticamente condenables estas prácticas.
«La cifra parece enorme, pero la facilitó la propia Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA), por lo que es posible que hasta se quede corta», declaró un portavoz de la ONG. El tema saltó al primer plano, la semana pasada a raíz del sacrificio de 4 leones en un zoo de Dinamarca, que fue antecedido por la mediática muerte de una jirafa sacrificada para evitar reproducciones endogámicas.
“Los animales eutanasiados –en su mayoría pequeños mamíferos- no llaman tanto la atención del público como el caso de la joven jirafa Marius, sacrificada, descuartizada y ofrecida como alimento a los leones ante la mirada de los visitantes del zoo de Copenhague”, señala la ONG que exige que los zoológicos “controlen rigurosamente la reproducción o dejen de criar”.
Ponen como ejemplo el parque de Barcelona, donde se decidió esterilizar a los ejemplares de Coipú, un roedor bastante prolífico. Dicen que “los zoos deben replantearse esta rutina de criar animales que jamás podrán ser reintroducidos en su hábitat y que posiblemente acabarán sacrificados”. Alegan que la cría en cautiverio “sin proyectos de reintroducción paralelos, no puede considerarse conservación”.
EAZA defiende que los sacrificios se producen para no saturar sus instalaciones con ‘animales de excedentes’, pero Infozoo no entiende cómo pueden “criar indiscriminadamente” si no tienen instalaciones o capacidad para mantenerlos. Otro argumento esgrimido es que intentan satisfacer las necesidades naturales de los animales de procrear; “sin embargo no les preocupa cubrir otros instintos, como escalar, vivir en manadas o recorrer largas distancias”, retrucan.
CAMBIAR LEYES Y ENFOQUE
La ley que regula a los zoológicos en España califica como infracción muy grave dar muerte a un animal sin causa justificada, pero en otros países también hay leyes en que se obliga a la crianza, por lo que desde esta ONG promueven no solo un cambio legislativo, sino de enfoque.
La apuesta ideal sería que éstos se transformaran en “parque de recuperación de fauna autóctona”, en vez de insistir con especies exóticas. Y si se opta por programas con crianza, que estén unidos a otros de reintegración al hábitat original.
Ponen como ejemplo que el zoo de Copenhague debería enfocarse con “animales locales como focas o leones marinos, antes que con jirafas». Pero lo que se hace es justificar la cautividad argumentando razones de conservación, cuando lo que les interesa es la exhibición. Y los ejemplares que sobran, los venden a otros recintos.
Y lo que no logra transarse, se elimina. A veces de forma “especialmente cruel”, dicen. Admiten que ha habido un cambio de mentalidad respecto al bienestar de los animales y sus derechos en los últimos años, “pero -según Infozoo- aún queda mucho por hacer”.
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