Contaminación, pobreza en medio de un mundo que consume a destajo y tira sus desechos lejos, erosión, sequía e inundaciones, son parte de lo que muestran las imágenes premiadas por el concurso inglés Atkins CIWEN este año.
“La competencia este año nos abre los ojos y nos pide que miremos el mundo que nos rodea adecuadamente”, dice uno de los organizadores del concurso Atkins CIWEN, que busca premiar la fotografía que mejor refleje los problemas derivados del cambio climático y desarrollo sostenible y que en esta edición recibió 13 mil fotografías de 40 países.
En paralelo al aumento de los problemas de contaminación, deforestación, carencia de agua en el mundo, el concurso es hoy uno de los de mayor crecimiento. Fue lanzado hace siete años por CIWEN, institución Colegiada de la Gestión del Agua y Medio Ambiente, en Reino Unido, y patrocinada por la consultora Atkins, de diseño, ingeniería y gestión de proyectos urbanísticos, comprometida con una gestión sostenible. En la selección no habrá nunca imágenes impresionantes de insectos o animales en acción, pues la mirada es otra.
El premio Atkins CIWEN como Mejor Fotógrafo Medioambiental del Año 2014 se lo llevó el bengalí Mohammed Fahim Ahamed Riyad por una foto tomada tras un incendio en Dhaka, Bangladesh, en un barrio pobre, llamada “En busca de vida”, que su autor describe así: “Alrededor de 400 chabolas fueron destruidas, cuatro personas murieron, incluido un niño de 6 años. Sin embargo, el reporte oficial dice que no hubo víctimas y la razón del fuego sigue siendo desconocida”.
Premio al Paisaje Urbano ganó la foto “La vida en el círculo”, que también retrata una postal de Bangladesh, donde una comunidad de mendigos vive en tubos de hormigón. Informes gubernamentales hablan de 900 mil personas en esta condición.
Premio de la Comisión Forestal de Inglaterra: “Envolver un árbol sobreviviente” es parte de una serie que muestra a monjes budistas de Camboya envolviendo árboles de gran tamaño que han quedado luego de una tala que busca despejar el terreno para hacer una plantación de plátanos. Mientras ‘los protegen’ con telas naranjas, los bendicen y rezan para intentar disuadir a quienes quieran derribarlos en el futuro.
Otros finalistas:
-Recolección de agua de lluvia, en Sundarban, India. Inundaciones, ciclones y sequías son parte de los fenómenos extremos del cambio climático en el clima tropical.
-Fabricación de redes de pesca: en el delta del Mekong, Vietnam, mujeres tejen redes de pesca preparándose para la inundación anual del río, que trae peces y camarones, principal sustento de sus comunidades. El cambio climático ha hecho irregulares las subidas; en 2012 la pesca disminuyo un 40%.
-Erosión progresiva ha llevado a que el 50% del territorio de la isla Ghoramara en Bengala Occidental, India, haya sido abandonado.
-El vertedero de desechos electrónicos de Agbogbloshie en Accra, Ghana, es uno de los más tristemente célebres del mundo. Ahí van a los desperdicios de nuestro estilo de vida consumista. Falsamente etiquetados como productos de segunda mano, terminan enfermando a niños y jóvenes que los manipulan artesanalmente para reciclar metales.
-Erosión costera en Hornsea: la pequeña ciudad costera en el este de Yorkshire, Reino Unido, es la zona de más rápida erosión en Europa, situación que empeora con tormentas, lluvias torrenciales y el aumento del nivel del mar.
-Shangri-La: los suburbios son derrumbados para construir nuevos rascacielos en Shanghai.
-Belo Monte: en Brasil, indígenas se toman instalaciones de la represa, la primera de una serie en el Amazonas, que ya ha limitado su acceso al río y ha disminuido la población de peces de la cual dependen para sobrevivir.
Las fotografías ganadoras estarán en exposición hasta el 23 de julio en la Royal Geographical Society de Londres y luego en giras nacionales hasta noviembre.
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