Malas cosas trajo este 2013 que ya se va, para animales en peligro, ecosistemas y la salud en general del medioambiente y nosotros, sus pasajeros. Es bueno recordarlas, para el próximo año intentar otros caminos para proteger el planeta que nos sustenta. Ojalá.
-Rinocerontes y Elefantes en picada: las campañas conservacionistas que llaman a protegerlos, a parar la caza furtiva, y a los consumidores a no comprar objetos de colmillos de marfil de elefante y cuernos de rinoceronte, no tuvieron mucho efecto. En África no quedan más de 500 mil elefantes y perderá un 20% más de ellos en los próximos 10 años de seguir el ritmo actual, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES): en 2011 fueron asesinados 25.000 y otros 22.000 en 2012. A comienzos de diciembre fueron decomisadas 41 toneladas de marfil, la cifra más alta en 25 años. Sin ir más lejos hoy, el gobierno de Tanzania anunció un aumento de la caza furtiva en los últimos dos meses, tras poner término a una campaña contra esta práctica: 60 elefantes fueron asesinados, mientras que en octubre apenas dos. Igual suerte ha corrido el rinoceronte. En los últimos años y pese a iniciativas puntuales (Kenia instaló microchips para rastrear a su población), la demanda de Asia y Medio Oriente ha disparado la caza furtiva. En 2013 fueron cazados 919 ejemplares, sólo en Sudáfrica, lo que supone un 50% más que en 2012, según el Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF. En el mercado negro un kilo de cuerno de rinoceronte puede alcanzar los 16.300 euros.
-Amazonas en peligro: La tala legal e ilegal de la industria forestal y de la industria del agro, tanto para cultivo de soya como para ganado, son las responsables de la deforestación que afecta a la Amazonía hace años y que en 2013 aumentó un 28%. Según los datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil, alcanzó los 5.843 kms.2. A este mal, este año se sumó la amenaza de la extracción petrolera. En Ecuador, el presidente Rafael Correa decidió iniciar el trámite para explotar las reservas del Parque Yasuní, declarado reserva mundial de la biósfera en 2008 por la ONU. No prosperó la iniciativa internacional que le entregaría recursos a cambio de no explotar parte de lo que es la mayor selva tropical del mundo, el pulmón del planeta, como se conoce a la Amazonía. Y en su país hay pobreza, alega él. Se estima que los yacimientos pueden reportar 1000 millones de barriles. Por otra parte, en Panamá el gobierno también pretende explotar reservas por 900 millones de barriles en el Tapón del Darién, zona selvática que une el sur de América Central y el norte de América del Sur (Colombia), la que se considera una verdadera barrera natural entre ambos subcontinentes.
-No hay santuario para la Antártica: Desde el año pasado que la Convención de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR, sigla en inglés) intenta proteger la zona con dos reservas que crearían el mayor santuario marino del mundo. En ella viven cetáceos, mamíferos, pingüinos y peces endémicos, en total más de 16 mil especies. Todas amenazadas, pues a medida que las poblaciones de peces disminuyen drásticamente tras décadas de sobrepesca, los pesqueros emprenden su búsqueda cada vez más al sur. El organismo está integrado por 25 países, entre ellos Chile, y otros 11 que han adherido a su Convención, pero los intereses pesqueros (kril y bacalao antártico) de Rusia, China y Ucrania lo han impedido. En 2012 fue rechazado por primera vez; se citó extraordinariamente a una nueva reunión en julio de 2013 que fracasó y por última vez en noviembre, que tampoco logró convencer a las potencias.
-Nuevo gas efecto invernadero: Se trata de un gas artificial que se utiliza en la fabricación de equipos eléctricos y electrónicos, que fue pesquisado por científicos de la Universidad de Toronto. Se llama perfluorotributylamin o PFTBA, y está en bajas concentraciones en la atmósfera, si se le compara con el CO2. Sin embargo, es altamente resistente pues puede permanecer en ella 500 años y, además, es 7 mil veces más potente en términos de efecto radioactivo. Por ello, en un horizonte de 100 años, tiene un efecto mayor en el calentamiento global que el mismo dióxido de carbono.
-Rechazo a Pesca de Arrastre en Profundidad: Pese a la enorme campaña que diversas ONG y militantes del ecologismo llevaron a cabo para convencer al Parlamento europeo, los eurodiputados apenas se limitaron a regular la pesca en profundidad, con algunas restricciones a zonas vulnerables, como la de corales. La posibilidad de detener una de las formas más destructivas de la pesca en profundidad –que arrasa con lo que no está buscando y luego lo desecha-, se tiró por la borda. Redes gigantes, fijas a placas de acero de más de 2 toneladas de peso, van en busca de una pequeña cantidad de peces de poco valor; es como talar un bosque para cazar unas cuantas ardillas, decían los activistas. El fondo marino es el sustento de la vida en el mar, contiene grandes llanuras, profundos cañones, cadenas montañosas y grandes colinas conocidas como montañas submarinas, con especies como anémonas de mar, esponjas y corales, cuya destrucción requiere años de recuperación. El colapso de estos hábitats altera otros, pues los ecosistemas están interrelacionados. En Chile, la protección de los fondos marinos vulnerables se logró este año.
Tweet