El Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF, firmó con el gobierno brasileño y otras entidades privadas y públicas, un acuerdo para asegurar con 215 millones de dólares la conservación de zonas que hoy representan el 15% de la selva tropical de Brasil.
Un fondo de 215 millones de dólares para asegurar la conservación de 95 áreas protegidas en el Amazonas, que suman más de 52 millones de hectáreas, comprometieron el gobierno brasileño, la WWF y otras entidades privadas y públicas, ayer en Brasilia y por 25 años.
Es una buena noticia. El último informe sobre la deforestación de la Amazonía señaló que ésta aumentó un 28% (5.843 kms.2 ) entre agosto de 2012 y julio de 2013, sumando todos los estados amazónicos, Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Guyana, Venezuela y Surinam, además de Brasil.
El acuerdo es parte de una nueva estrategia de financiamiento de las áreas protegidas (AP) y permitirá asegurar el mantenimiento de éstas con el apoyo del Programa de Áreas Protegidas del Amazonas (ARPA), lanzada por esta última durante la Cumbre de Río+20 en 2012. Entre los colaboradores del fondo están también el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el gobierno alemán, el Fondo Brasileño para la Biodiversidad (FUNBIO) y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), entre otros.
Las contribuciones serán realizadas anualmente a Brasil, con grandes sumas al comienzo, para ir disminuyendo con los años hasta llegar a cero. Se establece también que el financiamiento a largo plazo, luego de los 25 años pactados, solo será posible a través del aumento de los recursos públicos para la gestión de las áreas protegidas, y que será el Gobierno quien asuma el costo total de ellas.
Los fondos serán destinados a bienes, obras, contratación de servicios, planes de gestión y vigilancia, además de incorporar 9 millones más de hectáreas de áreas protegidas en los próximos años.
“Los problemas ambientales no se resuelven pronto. Estamos comprometidos con la conservación de estas áreas a largo plazo”, señaló la ministra de Medio Ambiente en la firma del acuerdo. Y es precisa. El programa AP cubre el 15% de la amazonía brasileña. En el resto hay serios cuestionamientos a los cambios realizados por agencias gubernamentales y leyes votadas en un congreso con una fuerte bancada a favor de los negocios de la agroindustria, que han favorecido la deforestación.
En 2012 la Amazonía presentó su menor nivel histórico de deforestación: 4.571 km2. En Brasil, el alza del último año es atribuida en gran medida a la aprobación de proyectos hidroeléctricos, a un código forestal pactado con quienes representan a los deforestadores en el Congreso y a una menor creación de áreas protegidas.
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