Con la publicación de guías de reparación paso a paso y con fotos e ilustraciones cualquiera puede arreglar sus aparatos. iFixit aboga por esta práctica como una forma de extender la vida útil de cualquier dispositivo y reducir los vertederos y el abuso de recursos naturales.
“El mundo necesita ser arreglado”, dice en su página iFixit.com, una comunidad global que se ayuda mutuamente a reparar artefactos, a través del intercambio de instrucciones de reparación en línea. Es una apuesta que apunta a bajar la cantidad de chatarra electrónica, generadora de residuos nocivos y enfermedades en países pobres y de constante demanda de recursos naturales escasos.
No es novedad que los aparatos electrónicos tienen ciclos de vida cada vez menores; práctica conocida y denunciada como obsolescencia programada. Y tampoco pareciera impactar ya que se están usando recursos naturales no renovables de muy difícil extracción en el corazón de África para ser usados por la industria de alta tecnología, pero con aparatos efímeros.
Buena parte del estaño, tungsteno, oro y tantalio utilizado proviene de la región de los Grandes Lagos del continente negro, de una minería artesanal y a pequeña escala, de países en conflictos armados y que están muy lejos de cumplir reglamentaciones ambientales. Por eso la apuesta de estos emprendedores es la reutilización y reparación, más que el reciclaje, que bota una parte del producto.
ARMANDO Y DESARMANDO
iFixit fue fundada en 2003 por dos estudiantes de ingeniería en California, Kyle Wiens y Lucas Soules, que partieron intentado arreglar un viejo portátil y sin instrucciones, no había más que desarmar y volver a armar; aunque en la operación final sobrara uno que otro tornillo. Y es que el arsenal de aparatos electrónicos que ofrece la industria quiere que compremos, tiremos y compremos, no que reparemos. Entonces lo siguiente fue empezar a escribir las instrucciones para arreglar todo aquello que llegó a sus manos.
Uno de sus blancos favoritos son los productos de Apple, “empresa cerrada”, en sus palabras, que se resiste a que sus usuarios reparen sus productos, haciendo cada versión con mayores complejidades. Por ello en iFixit son capaces de moverse a cualquier parte del mundo con la intención de ser los primeros en adquirir un nuevo modelo de aparato y desarmarlo en breve con las imágenes en línea al instante. Gozan “desenmascarando” los secretos del gigante tecnológico, pero de fondo está su interés por aumentar la vida útil de nuestros aparatos.
Hoy tienen cerca de 10 mil guías de reparación y son millones sus seguidores en todo el mundo. “Ellos ahorraron dinero, mantuvieron sus Macs fuera de los vertederos y lo hicieron por completo por sí mismos”. Aparte de lo entretenido que puede resultar el proceso de reparar cosas, se hace una gran contribución medioambiental.
Y eso se hace en comunidad. Cada cual tiene su especialidad o habilidad, por eso invitan a colaborar compartiendo los conocimientos individuales de cualquier dispositivo en su sitio, en que se pueden comprar piezas y repuestos de los aparatos (incluidos gadget más populares) y todas las herramientas necesarias.
La filosofía que hay detrás de ifixit es “si usted no puede abrirlo, usted no lo posee”. Ellos luchan contra eso, pues las empresas señalan que no hay reparación para muchos fallos de sus aparatos, los que así terminan en los vertederos. “La mayoría de la gente no tiene idea que hay instrucciones disponibles para hacer el trabajo fácil. Apple le dice a todos que la batería no es reparable… ahí entramos nosotros llenando un agujero que Apple creó sin mantenimiento al final de su vida útil ni estrategia de eliminación”.
En abril circuló en la red una noticia que dejó atónitos a los seguidores del movimiento de la reparación: que el gigante Apple había comprado iFixit… pero, bueno, no era más que una broma por el día de los inocentes del calendario anglosajón. Ufff!!
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