Cruzada por los tigres en libertad

Con cámaras ubicadas en remotos lugares, desde selvas a cumbres nevadas, acondicionadas con sensores infrarrojos que se activan por movimiento, un grupo de biólogos intentan hacer una suerte de censo para establecer los felinos que han sobrevivido a la caza. Se intenta duplicar su número de aquí a 2022, desde que las cifras estimaban en no más de 3.200 los ejemplares salvajes.

Tres mil 200. Esa es la última cifra que se maneja de tigres en estado salvaje. El número es  escalofriantemente bajo y desde la Cumbre del Tigre en Rusia, en 2010, entidades conservacionistas, filántropos y líderes de los países donde habita el felino se pusieron la meta de duplicarlo, pues de no tomar medidas la especie se habrá extinguido para 2022, el próximo año del tigre. Entre las ONG está el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que con motivo del día del tigre (29 de junio) muestra en imágenes impresionantes y algunos videos, parte del trabajo que se hace para lograr el desafío.

Buthan, Camboya, China, India, Indonesia, Malasia, Nepal, Tailandia, Rusia, son los países donde WWF está instalando ‘cámaras trampa’ para contar a los felinos y establecer una suerte de censo. El trabajo no es fácil. Desde densas selvas a montañas nevadas, los felinos son difíciles de encontrar y rastrear, pero se realiza un trabajo conjunto con otras ONGs y gobiernos, y el proceso puede tomar más de un año.

Hasta hoy se han fotografiado más de 500 tigres y cada uno está identificado pues las rayas de su pelaje son únicas; cual huella digital, ya que no hay un tigre igual a otro. Las cámaras, ubicadas en remotos lugares, están protegidas y tienen un sensor infrarrojo que se activa por movimiento. Algunas de ellas requieren personal de campo para recuperar las imágenes, otras las envían por correo electrónico o MMS.

Pero las cámaras, que son los ojos y oídos de los biólogos en el bosque, han entregado más que imágenes sólo de tigres. Están siendo útiles también para rastrear rutas de cazadores; cuando imágenes de este tipo llegan son enviadas a equipos contra la caza que estén cercanos y puedan responder. En Sumatra se han captado imágenes de tigres antes y después de que bulldozers han destruido los bosques, otra de las causas de su desaparición.

LENTO AVANCE

“Contar los tigres es fundamental para evaluar nuestro progreso hacia Tx2 (doblar su número). Si no los contamos, los tigres podrían desaparecer sin que lo sepamos”, dice uno de los líderes del programa de WWF Tigers Alive (Tigres vivos). En 2016 estarán a la mitad del tiempo que han dado para doblar el número de tigres y todavía no tienen cifras globales, pero en estos cuatro años en los países que se han hecho estimaciones, como Nepal y partes de India, ha habido aumento de población.

En otros sitios como Buthan, Bangladesh y China están en el proceso de conteo, mientras en países como Vietnam, Camboya y Laos se teme que la población haya bajado dramáticamente.

En el sur de China, la policía han descubierto sacrificios de tigre en fiestas de empresarios y hombres poderosos como signo de estatus. Se sospecha de redes de contrabando de tigres introducidos desde Vietnam. Entre los chinos y según creencias populares, los huesos del felino fortalecen el cuerpo y pueden llegar a transarse en 2.200 dólares el kilo, mientras sus pieles siguen siendo apreciadas como tapices.

Parte de los mismos esfuerzos son donaciones, como los 3 millones de dólares entregados a fines de 2013 por el actor y activista medioambiental Leonardo DiCaprio a Nepal. Allí se trabaja en recuperar ciertas áreas protegidas, reforzando los patrujalles y concientizando a la población, para lograr la reproducción de sus tigres, cuyos últimos conteos no superaban los 176.