Una impresora que recicla el papel, una de las grandes empresas alimentarias que anuncia plan para mejorar su performance de CO2, residuos y uso de agua; y un gobierno que al fin escucha y se allana a establecer cuotas de pesca sostenibles. Hay señales que permiten tener esperanzas respecto al futuro.
Las empresas y gobiernos son actores fundamentales en el trayecto para construir una vía de desarrollo más sustentable. Muchas aún no entienden que el cuidado del medioambiente es ineludible si queremos tener un futuro posible. Y aunque lento, siempre se avanza. En estos últimos días, tres buenos ejemplos para seguir esperanzados.
RESPIRO AL ATÚN ROJO
El pasado martes la agencia japonesa de pesca anunció –en un paso considerado histórico- que propondría una reducción del 50% de las capturas de atún rojo alevín del Pacífico. El archipiélago nipón, primer consumidor mundial de la especie, a pesar de las advertencias científicas sobre la alarmante reducción de las reservas, hasta poco se oponía a cualquier reducción drástica de las cuotas de pesca.
Sin embargo, el director de la entidad gubernamental nipona, Masanori Miyahara, declaró esta semana que “tomamos esta iniciativa para proteger el atún rojo, uno de los principales recursos en las aguas que rodean el país”.
En 2013 la Comisión de Pescas del Pacífico Occidental y Central, (WCPFC), que integran -entre otros países- Japón, EE.UU. China y Corea del Sur, acordaron bajar la cuota de captura un 15% respecto a la media de 2002 y 2004. En Japón y poco después de que un estudio alertara que las reservas de la especie iban en picada, hoy consideran que la medida es insuficiente. En la próxima reunión de la WCPFC en septiembre, los japoneses propondrán un plan a 10 años a partir de 2015 y una cuota que no supere las 4 mil toneladas al año, además se establecen alertas progresivas para los pescadores para informar cuando estén acercándose al límite permitido.
Falta que dejen en paz a ballenas y delfines. Sí, aún falta…
REDUCIENDO EMISIONES
La compañía de alimentos Kellogg anunció a mediados de agosto un plan para reducir emisiones en su cadena de suministros, con informes anuales y códigos de conducta que deberán seguir sus proveedores, como granjas y molinos, respecto a políticas tendientes a reducir el cambio climático y la deforestación.
Aquello es parte de un plan mayor para reducir en sus propias plantas, entre un 15% y 20% de las emisiones de C02, aumentar en un 50% el uso de energía baja en carbono e implementar proyectos para reutilizar al agua en un 25% de sus plantas. Otras metas son el uso de envases más eficientes, fabricados a partir de materiales reciclados y maderas certificadas, y la reducción de residuos de un 30% de sus plantas.
Además, Kellogg Co., elaboradora de cereales, galletas y otros productos como papas fritas Pringles, comprometió su adhesión a Business for Innovative Climate and Energy Policy, una coalición a favor de la energía limpia y una economía baja en emisiones.
“Kellogg se une a una creciente lista de empresas que están poniendo el peso de sus marcas detrás de la acción climática”, dijo Oxfam, organización internacional que lidera una campaña por empujar a las grandes marcas de la industria alimenticia a adoptar políticas sustentables en su gestión empresarial.
IMPRESORA QUE RECICLA EL PAPEL
Fue en diciembre de 2012 cuando Toshiba anunció el primer sistema de impresión ecológica, capaz de borrar textos e imágenes para reutilizar el papel. El equipo e-STUDIO 306LP / RD30, que incluye una función integrada de escaneado a la red de los contenidos antes de desvanecerlos, está disponible en el mercado desde 2013 y hoy fue premiado como el Producto más Innovador y el Mejor Producto Ecológico por dos certámenes internacionales, Best in Biz 2014 y ABA100 2014, respectivamente.
El primero es un destacado premio que entrega un jurado integrado por analistas de la industria y periodistas especializados; el segundo reconoce a empresas y productos que destacan por innovación, tecnología u otros atributos. Ya en 2013 este equipo fue galardonado por el gobierno japonés como el Mejor Producto ‘Verde’, por su aporte a reducir el impacto medioambiental y a mejorar la eficiencia operativa de las empresas.
Esta súper impresora puede reutilizar el papel hasta cinco veces, con una reducción de CO2 de 57%. Esto permite a los usuarios reducir a una quinta parte el costo del uso de papel. El borrado es posible porque se utiliza una tinta especial que desaparece al hacer pasar el papel por un dispositivo a alta temperatura. La velocidad de borrado es de 30 hojas por minuto; si se utiliza la función de escaneo previa para guardar el documento, 15 hojas por minuto.
¿Quieres ver como funciona? Acá está.
