El primer compromiso suscrito de cara a la negociación global de París 2015, destinada a reemplazar el Protocolo de Kioto, fue criticado por otros países y entidades, que esperaban más. “Sabemos que pueden y deben hacer más”, señalaron.
Un acuerdo que dejó con gusto a poco fue el que logró la Unión Europea en relación a la política energética a implementar entre 2020 y 2030, el primero suscrito en el contexto de los esfuerzos globales para frenar el cambio climático de cara al próxima cita de París 2015, cuando se firme el sustituto del ya vencido Protocolo de Kioto.
En la cumbre de dos días, el pasado jueves y viernes, los líderes europeos acordaron disminuir los gases efecto invernadero en 40% a 2030, en comparación a los registro de 1990; llegar a un 27% de energías renovables y aumentar su eficiencia energética también en un 27%. Las negociaciones se preveían las más difíciles de los últimos años, pero los países europeos buscaban sentar precedentes y tomar la delantera.
La comisario europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, calificó el acuerdo de “ambicioso e importante”. Valoró el que “a pesar de las incertidumbre económica y otras crisis severas”, 28 líderes hayan logrado un acuerdo vinculante que envía “una señal fuerte» al resto del mundo y urge a otras economías a seguir su ejemplo. La secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, Christiana Figueres, dijo que es un “impulso valioso” en miras del acuerdo de París.
PUEDEN MÁS…
Con menos entusiasmo lo acogieron otros países y ONG. Climate Action Network Europe, entidad compuesta por 120 organizaciones, esperaba al menos 55% de reducción de emisiones; 45% de renovables y 40% de ahorro energético. “No corresponde a la urgencia con la que hay que actuar sobre el cambio climático”, señalaron.
Según consigna la prensa, similar fue la reacción entre países. «Celebramos los anuncios de la UE, pero sabemos que pueden y deben hacer más», declaró el portavoz de la Alianza de los Pequeños Estados Insulares (Aosis). Un embajador de las islas Seychelles agregó: «Esperamos una propuesta más ambiciosa de la UE en París».
A través de Twitter la jefa de la delegación venezolana en Bonn dijo: «Los objetivos europeos son demasiado flojos y llegan con 10 años de retraso». Mientras que el representante del grupo África fue más explícito: «Lo que pedimos a los países desarrollados es una reducción del 40 a 45% de sus emisiones de aquí a 2020″. Pese a todo, valoró el esfuerzo y el contar con un compromiso desde ya. «No estoy seguro de que EE.UU., Canadá y Japón harán lo mismo… así que esto ya supone un esfuerzo aunque sea insuficiente», añadió.
No obstante las críticas, algunos destacan que se trata de la primera decisión de un proceso largo, en el que aún cabe esperar que la Unión Europea mejore su propuesta y permita negociar un acuerdo más ambicioso a nivel global. Y es que entre las cumbres de Lima y París, tendrán lugar tres encuentros más para avanzar y acercar posiciones. De momento y con este acuerdo, otras potencias estarán obligadas a adoptar, al menos, medidas similares.
Tweet