La caza en el norte de África los extinguió. En cautiverio es difícil su reproducción y en lo que va del año han muerto dos machos, uno en octubre en un refugio conservacionista en Kenia y otro ayer en un zoo de San Diego, EE.UU.
Ayer, en el zoológico Safari Park de San Diego, murió otro rinoceronte blanco del norte, reduciendo a cinco los ejemplares de la especie que van quedando en el mundo. El hecho no trascendería mucho más allá, si no fuera porque da cuenta de la dramática situación de algunas especies de la vida silvestre, simplemente arrasadas por la mano del hombre.
El zoo informó que ‘Angalifu’ tenía 44 años y al parecer falleció debido a su avanzada edad. “Su muerte es una tremenda pérdida para nosotros –señaló el recinto-, no sólo porque era bien querido aquí en el parque, sino también porque su muerte trae a esta maravillosa especie un paso más cerca de la extinción”.
A mediados de octubre, el refugio conservacionista OL Pejeta Conservancy, en Kenia, informaba la muerte de otro ejemplar de rinoceronte blanco norteño, ‘Suri’, de 34 años. Hasta ahora los esfuerzos por reproducirlos en cautiverio tampoco han tenido éxito. Suri junto a otro macho y dos hembras, habían sido traslados en 2009 desde un zoológico checo con la esperanza de que en un ambiente silvestre se lograra el milagro.
Tampoco hubo suerte en San Diego, donde hoy queda sola la rinoceronte ‘Nola’, pues los intentos de aparearla con ‘Angalifu’ fracasaron.
A pesar de que en el sur africano quedan rinocerontes blancos, en el norte la caza no le dio tregua y no existen registros de que hayan sobrevivido en el medio silvestre. Así las cosas, en el mundo quedan los tres ejemplares de OL Pejeta, un macho y dos hembras –los únicos que registra la Unión Internacional para la Conservación para la Naturaleza en su Red List-; la rinoceronte de San Diego y un macho más en un zoo checo.
Para los rinocerontes negros aún queda algo de tiempo, pero no demasiado. Y aunque las campañas y medidas que se adoptan desde diversos organismos son continuas, es necesario detener ya la demanda de cuernos, apreciados por supuestas propiedades afrodisíacas y saludables, pues las cifras de caza siguen siendo peligrosamente alarmantes. En Sudáfrica, hogar del 82% de los rinocerontes del mundo, en el registro de 2014 y hasta septiembre se habían denunciado 769 animales muertos. La población total estimada en 2012 era de 21 mil ejemplares, pero esa cifra baja día tras día, conforme aumentan las cifras de caza.
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