Gigantesca torre en el corazón del Amazonas…

De 325 metros de altura, el Amazonian Tall Tower Observatory es un proyecto brasileño-alemán que pretende monitorear datos sobre la absorción de carbono y otros gases efecto invernadero, la formación de nubes, los flujos de calor, la humedad y el agua, además de aportar a los modelos de patrones climáticos. Será el observatorio más alto, en la mayor selva del mundo. 

Estará en medio de la selva amazónica y tendrá 325 metros de altura. Amazonian Tall Tower Observatory, ATTO en corto y como ya se la conoce, inició su construcción a mediados de agosto y estará equipada con instrumentos para medir gases efecto invernadero, flujos de humedad, calor, agua y datos meteorológicos en el sensible ecosistema de la región. Será la torre más grande, en la mayor selva tropical del mundo y por tanto se espera sea de gran importancia para los investigadores.

Ubicada a 150 kms. de Manaos, capital del estado Amazonas, la torre de observación es un proyecto conjunto del brasileño Instituto de Investigaciones Amazónicas, INPA, y del alemán Instituto Max Planck, además de otros dos socios, la Universidad del Estado de Amazonas, UEA, y el Ministerio de Investigación de Brasil. Demoró años en materializarse –comenzó en 2009-, se espera finalizar su construcción hacia fines de este año, para estar operativa y entregando datos desde 2015 y por al menos 20 años.

“El punto de medición no tiene influencia humana directa y por tanto es ideal para el estudio de la química y la física de la atmósfera y de la importancia de superficie forestal”, dijo uno de los investigadores alemanes en el inicio de las obras en agosto. En concreto, se espera estudiar las fuentes y sumideros de gases como el dióxido de carbono, metano y óxido nitroso. Además de las partículas que propician la formación de nubes. En el lugar donde se instalará, desde 2011 ya funcionan otras dos torres menores (de 80 metros), que periódicamente entregan datos preliminares sobre ozono, CO2 y otros.

La altura de ATTO permitirá medir la circulación y los cambios de las masas de aire a través del bosque en distancias de varios cientos de kilómetros. Y como sus instrumentos se extenderán en capas de aire estables, se podrá medir las concentraciones de dióxido de carbono, sin estar expuestos al ciclo día/noche de las plantas.  

¿SEGUIRÁ ABSORBIENDO CARBONO?

Conocida también como el pulmón del mundo, la selva amazónica es un ecosistema afectado por una deforestación de casi 30%, de gran influencia en la transformación del CO2 y cuyo estudio podrá ayudar a “responder muchas dudas sobre el cambio climático global”, según el físico de la Universidad de Sao Paulo, Paul Artaxo, coordinador de ATTO, en declaraciones al periódico O Estado de São Paulo. «Entenderemos mejor el papel de la Amazonía y otras áreas tropicales húmedas en los modelos climáticos», dijo.

La estructura de la torre, de una superficie de 3 metros cuadrados, es de acero y fue construida en el sur de Brasil, en la ciudad porteña de Curitiba y transportada más de 4 mil kms. en seis grandes camiones sobre una serie de barcazas por los ríos Madeira, Amazonas y Uatuma. Será estabilizada por cables de acero y tendrá diversas plataformas sobre las que se montarán los instrumentos, a los cuales se accederá por un elevador mecánico o una escalera giratoria. Parte del financiamiento, correspondiente a 4.5 millones de euros, es aporte del Ministerio Federal de Educación e Investigaciones de Brasil, en el periodo 2010-2015.

Todo un esfuerzo para “entender si en las próximas décadas la Amazonía seguirá absorbiendo carbono de la atmósfera como lo ha hecho hasta ahora. Y eso afecta a todo el mundo”, recuerda el científico brasileño.