Defensores de Reserva en selva amazónica ecuatoriana acusan fraude

Un colectivo ambientalista que quiere salvar Yasuní de la extracción petrolera, dice que el Consejo Nacional Electoral que objetó las firmas que permitirían realizar una consulta popular, cometió irregularidades. Con ello, la que es reserva mundial de la biósfera queda a un pasó de ser explotada, según el Gobierno, para superar la pobreza del país.

Se llaman “YASunidos” porque defienden la Reserva Natural Yasuní -selva ecuatoriana en plena Amazonía- de la explotación petrolera, y han perdido. El colectivo de ambientalistas pretendía llevar a una consulta nacional la idea de echar mano al crudo que yace en el subsuelo de ese territorio con un petitorio respaldado por más de 700 mil adherentes, pero el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha objetado el 34% de las firmas, desechando el plebiscito.

Los impulsores de la iniciativa acusan que el procedimiento del órgano electoral fue fraudulento incluso desde antes de que se revisaran las 757.623 firmas que lograron reunir y “direccionado claramente a la obstaculización de la voluntad del 72% de los ecuatorianos”, señalan en su sitio web, refiriéndose a un sondeo de opinión que reveló que un 72.3% de la población estaba de acuerdo con someter el tema a voto popular. El CNE sólo validó 359.761 firmas y con ello no se llega al 5% del padrón electoral (600.000 firmas), necesario para aprobar una consulta ciudadana.

LARGA HISTORIA

Es un golpe duro, pues era la posibilidad de ‘salvar’ esa zona, declarada reserva mundial de la biósfera en 2008 por la ONU, de los peligros de la extracción. La historia es larga. Y parte cuando el presidente Rafael Correa  prometió no tocar los yacimientos, calculados en 1000 millones de barriles, si a cambio la comunidad internacional pagara al menos el 50% de lo que percibiría el Estado si explotara la zona. Ello considerando que la Amazonía es el pulmón del mundo, sumidero de CO2 del planeta, que es necesario preservar las reservas naturales y cuidar el medio ambiente de la contaminación…

Sus defensores dicen que Yasuní es 'ORO VERDE'.

Sus defensores dicen que Yasuní es ‘ORO VERDE’.

Aquella idea, que se acordó en 2007 e incluso contemplaba “canjear” parte de la deuda externa ecuatoriana para llegar a una cifra de unos 3.600 millones de dólares para el país latinoamericano, no tuvo destino. En agosto del año pasado, Correa ya declaraba que el proyecto de no tocar Yasuní había fracasado: “La iniciativa se adelantó a los tiempos, y no pudo o no quiso ser comprendida por los responsables del cambio climático… lamentablemente, tenemos que decir que el mundo nos ha fallado», señaló.

En octubre pasado la Asamblea Nacional de Ecuador aprobó la explotación de las reservas de crudo por 108 asambleístas de los 137 que la componen (100 de ellos pertenecientes al partido gobernante). El argumento fue el mismo que antes había señalado Correa, en el país hay pobreza y desigualdad que con los recursos del petróleo se pueden combatir.

De allí en adelante, los Yasunidos iniciaron una campaña para intentar revertir esa decisión y reunir las firmas requeridas en un plazo de 9 meses. Lo hicieron, pero el organismo escrutador las cuestionó. El colectivo, que reúne a ecologistas, grupos de la sociedad civil y comunidades indígenas, acusa que el CNE manipuló el material entregado, que las cajas que contenían la información fue abierta ilegalmente sin la presencia de YASunidos y que parte del material que permitía verificar cada página de firmas desapareció.

Por su parte, el CNE asegura que se detectaron registros repetidos, números de identidad incompletos e identidades ficticias. El abogado de los ambientalistas señaló al diario «El País» que agotarán los recursos legales una vez reciban la notificación oficial de CNE, pues se enteraron por la prensa de la objeción del 34% de las firmas. Pero desestima que sus alegatos sean acogidos. “Sabemos que son trámites inoficiosos porque no se aceptará nada. Hay una orden del presidente para que no proceda la consulta popular, pero tenemos que agotar todos los recursos internos antes de ir a los organismos internacionales”, explicó.

La explotación implicaría una emisión de 400 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Aquí se pueden conocer los argumentos del colectivo ambientalista, que afirma que hay otras formas de obtener recursos para combatir la pobreza; eso sin mencionar siquiera el enorme daño ambiental a la ya maltrada Amazonía.