La Asamblea Nacional de Ecuador aprobó la noche del jueves pasado la explotación petrolera en terrenos de la Reserva Natural Yasuní, emplazada en la selva ecuatoriana y una de las zonas en peligro ambiental de la Amazonia.
La decisión está contenida en la llamada Declaratoria de Interés Nacional de los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT) y el denominado bloque 43, detalla un artículo del diario El Comercio de Quito.
La decisión del órgano legislativo ecuatoriano, compuesto por 137 miembros (100 de los cuales son del partido de Gobierno), fue votada por 108 asambleístas, argumentando que el petróleo se requiere para disminuir la pobreza y la desigualdad.
El diario ecuatoriano aclara que el artículo segundo de la resolución sostiene que se excluye de «la Declaratoria de Interés Nacional, la realización de actividades extractivas de la Zona Intangible Tagaeri-Taromenane», cuyos derechos habían sido reclamados por la oposición al Gobierno de Rafael Correa.
El resultado de la votación era el esperado, considerando la postura oficialista, y dio paso a manifestaciones pacíficas en las afueras de la Asamblea en que jóvenes gritaban consignas como: “Fluye el petróleo, sangra la selva”, “Por el Yasuní, nadie se cansa”, según consignó el diario El País de España.
Se explica que ahora el objetivo de los Yasunidos es conseguir en 180 días las casi 600.000 firmas necesarias para para solicitar una consulta popular sobre el tema. El Consejo Nacional Electoral de Ecuador acordó en los últimos días entregarles los formularios para que recojan las firmas.
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