La medida regirá desde diciembre y por dos años, al cabo de los cuales será reevaluada. El veto llega tras años de advertencias de la comunidad científica sobre la muerte de millones de abejas que son vitales para mantener el ecosistema.
Mayo, 24, 2013.
Desde el próximo 1 de diciembre de 2013 y durante dos años en ningún país de la Comunidad Europea (CE) se podrán utilizar tres pesticidas mortales para las abejas. La decisión se basa en un informe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que señala que los insecticidas provocan la parálisis o muerte de las abejas.
Los plaguicidas vetados pertenecen a la familia de los neonicotinoides y son comercializados por la farmecéutica alemana Bayer y la suiza Syngenta: clotianidina, tiametoxam e imidacloprid. Todos son utilizados para los cultivos de maíz, colza (raps-canola), girasol y algodón.
La medida llega tras varios años de advertencias de la comunidad científica sobre la muerte de millones de abejas, que son consideradas vitales para mantener el ecosistema y el desarrollo de la agricultura europea, pues favorecen la polinización.
Ya en marzo de 2012 la revista Science y en octubre de 2012 la revista Nature publicaron estudios que daban cuenta del impacto de estos insecticidas en el tamaño de las colmenas, la producción de abejas reinas y la recolección de nutrientes que realizan los abejorros, lo que perjudica a toda la colonia.
Con todo, las restricciones serán reexaminadas en un plazo de dos años. Aunque parece una medida de toda lógica, el veto es una victoria, ya que las multinacionales químicas y agroalimentarias afectadas intentaron bloquear la decisión.
Copa-Cogeca, la unión de los grandes sindicatos agrícolas europeos, pidió aplazar la prohibición a 2014 e insistió en las grandes pérdidas financieras y sociales que causará, de unos 2.800 millones de euros de pérdidas y el peligro de que se destruyan 50.000 empleos. Bayer y Syngenta, -bajo la marca Cruiser OSR-, multiplicaron las presiones para bloquear o al menos limitar las consecuencias de esta prohibición.
En abril, cuando se realizó la votación el comisario europeo Tonio Borg argumentó: “Las abejas son vitales para nuestro ecosistema y hay que protegerlas, sobre todo porque aportan una contribución anual de 22.000 millones de euros a la agricultura europea”.
A favor de la propuesta votaron quince países, entre ellos Francia y Alemania. Ocho países, entre otros Reino Unido, Italia y Hungría, votaron en contra y cuatro, entre ellos Irlanda, se abstuvieron.
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