Annie Leonard es reconocida como una de las “mensajeras” más eficaces de la causa ambientalista y estará a la cabeza de la entidad ecologista en EE.UU., para convertir a los incrédulos del cambio climático en ese país. Piensa centrarse en los que financian a los escépticos que hacen campaña por la negación fenómeno.
Fue en 2007 y generó con su “Historia de las Cosas” -videos de 20 minutos de duración- todo un hito por la forma simple en contaba cosas complejas, con caricaturas y directo al grano, en que relata el ciclo vital de los bienes y servicios que están agotando los recursos del planeta. Annie Leonard –49 años, madre de una hija de 14 y especialista en desarrollo sostenible- es todo un referente para los más de 40 millones que han visto sus documentales en la web y es razón más que suficiente para “combatir” a los escépticos del cambio climático en EE.UU., a la cabeza de Greenpeace como directora ejecutiva.
Annie Leonard.
A propósito del nombramiento, del que tomará posesión en agosto, una periodista confiesa que bastan unos minutos con ella para transformarse en un “verde’ con frenesí ambiental”. Es una ambientalista entusiasta y “podría convertir al cómplice corporativo más conservador en un activista protector del planeta”, dice de ella.
Como fundadora del proyecto The Story of Stuff -del que surgieron en 2009 The Story of Cap and Trade (La Historia de Límites Máximos y Comercio) y en 2010 The Story of Bottled Water (del agua embotellada), The Story of Cosmetics (de los cosméticos) y The Story of Electronics (productos electrónicos)- sabe bien como llegar a las audiencias y tener impacto.
Pero Annie Leonard no se queda estacionada en las formas probadas. Dice que en el tema del ambientalismo hay cosas que son demasiado técnicas, que los datos irrefutables sobre el sistema de consumo y los productos son fundamentales, pero son aspectos de los cuales la gente se desconecta fácil. También cree que hay un cierto enfoque que culpa a otros de los desastres, del hiperconsumo, la contaminación o los residuos; y tampoco le parece aquel camino de ‘volvámonos todos veganos y las cosas se arreglarán’.
SU BLANCO: ‘LOS NEGACIONISTAS’
“Tiene que haber una mejor manera de expresar estos temas y de entregar toda la información relevante”, señala. Y claro, por eso la eligieron en Greenpeace EE.UU., país donde el cambio climático es una cuestión altamente controvertida. Una reciente investigación dice que allí el mencionado concepto no convoca demasiado; pero si menciona el ‘calentamiento global’, entonces si se manifiesta preocupación.
Más allá de los problemas semánticos, las dificultades que ha encontrado la administración de Obama para aprobar normativas que reduzcan las emisiones, por ejemplo, son más que un problema de manejo político: el cambio climático no es una preocupación dominante. Y el nombramiento de Leonard quiere justamente ganar adeptos, los mismos que tras ver sus videos se transformaron en una poderosa comunidad en línea y que nunca antes se habían considerado “ambientalistas”.
Leonard trabajó en Greenpeace por diez años; desde fines de 1988, rastreando los desechos que compañías norteamericanas iban dejando en los países pobres. Luego, su historial incluye la co-fundación de la Alianza Global para Alternativas a la Incineración (GAIA), participación en las directivas de International Forum for Globalization y Enviromental Health Fund, entre otras iniciativas. Y ahora regresa a la entidad ecologista donde ya proyecta las directrices de su gestión: la campaña de desinformación del cambio climático; la influencia del dinero en la política y como está relacionada con los financistas de la negación del cambio climático.
LA MADRE
Liderará Greenpeace pero seguirá viviendo en Berkeley con su hija adolescente. Dice que pasaron los días de los “eco-mártires”, donde no era posible que padres (responsables de hijos y menos madres solteras) formaran parte de la ONG, que era entonces -en su primer paso por la entidad- una aventura reservada a pocos valientes. “La construcción de un movimiento requiere realmente de todo tipo de personas”, declara.
Comprometida con su rol de madre, seguro no olvida la influencia que tuvo la suya en su conciencia ecológica. Aprendió desde pequeña a cuidar los recursos, pues no sobraba dinero en casa. “Ella nos enseñó a no perder las cosas”, recuerda de su madre -también soltera-, pero no lo relaciona con dificultades, sino con responsabilidad y total dignidad. Hasta el día de hoy, confiesa, usa zapatos desgatados y recurre al zapatero.
Acá el video Historia de los Cosméticos. Subtitulada. Duración: 8. 16 Minutos.
Historia de las cosas electrónicas. Subtitulada. Duración 7.52 Minutos.
