Turismo en Chile: refugios “verdes” en Torres del Paine

Tres recintos son los primeros en recibir el “Sello S”, garantía de que cumplen con los criterios de sustentabilidad dentro del Parque Nacional que ostenta el título de Octava Maravilla Natural del Mundo.  

¿Vacaciones en el Sur de América? El destino top, tras ser elegido como la Octava Maravilla Natural del Mundo son las Torres del Paine. Y a la hora de hacer turismo, también se puede elegir hacerlo de manera ecológica. Tres son los alojamientos que acaban de recibir el “Sello S” que los certifican y garantizan al visitante que cumplen con criterios de sustentabilidad medioambiental, económica y socio-cultural.

El “Sello S”, entregado por Sernatur y la Mesa Nacional de Sustentabilidad Turística, fue entregado hoy a  los refugios Los Cuernos y El Chileno, de la empresa Fantástico Sur, y a Ecocamp Patagonia.

Biofiltros y turbinas eólicas e hidráulicas

Los refugios de montaña y camping El Chileno y Los Cuernos, ubicados en el sector de Las Torres y Valle del Francés, son autosuficientes energéticamente y hay manejo de las aguas servidas a través de biofiltros con piscinas de aserrín y lombrices, que permiten purificar el 90% de ellas y no contaminar tierra ni napas subterráneas.

El Chileno funciona con una turbina eólica que aprovecha los vientos del sector y paneles solares, para luego almacenar la energía en un banco de baterías, que la distribuye al refugio. Los Cuernos usa dos turbinas hidráulicas que alimentan el Río Bader, también con el sistema de almacenamiento de energía y no sólo la generación.

“Es un gran trabajo ser sustentable y el mismo hecho de estar operando a mitad de montaña implica que tenemos que solucionar nuestros problemas logísticos con energías renovables, lo que  ha sido un desafío en 20 años de operación”, señaló la gerencia de Fantástico Sur, a cargo de ellos.

Domos y  paneles y microcentrales

Ecocamp Patagonia, ubicado en la Estancia Cerro Paine, abrió hace más de una década y ya ha sido reconocido internacionalmente por su apuesta. Está número 1 en la lista de TripAdvisor, de los hoteles más singulares del mundo; de hecho, fueron los primeros con cúpulas geodésicas. Desde 2007, además tiene certificación de la norma 14000 ISO de gestión ambiental (que identifica a las entidades que controlan su impacto ambiental), entre otros reconocimientos.

Toda su electricidad –poca dicen, porque practican la eficiencia y el ahorro energético-, proviene de microcentrales hidroeléctricas y paneles fotovoltaicos; usan gas propano sólo para calentar agua, pero tienen un piloto para hacer funcionar las duchas con energía solar. La electricidad es limitada y está disponible para los pasajeros para cargar baterías y cámaras, no usan secadores de pelo ni afeitadoras eléctricas. La energía solar es más eficiente en verano, cuando la Patagonia recibe hasta 17 horas de sol diarias. Las cúpulas de los domos tienen claraboyas, que permiten la entrada de luz y calor, y seguir los patrones de luz natural. Las estufas a leña usan madera muerta del parque y tienen sanitarios con sistema de compostaje.

El 90% del personal es de la zona y reciben salarios competitivos -afirman- para una región cuya economía está centrada en el turismo. Todos los trabajadores reciben formación en las prácticas sostenibles. En cuanto a la preservación cultural y aunque las tribus nativas están extintas, persiste la cultura baqueana (jinetes de la Patagonia) o de los gauchos de la zona, los que son contratados para paseos a caballo. Las huellas de los patagones (tehuelches) y kaweskar están presentes de distintas formas en Eco Camp.

Sus mismos domos son un homenaje a las chozas semicirculares con fuego dentro que usaban éstos últimos. Su mobiliario y decoración es fabricado en la Patagonia o de proveedores del Cajón del Maipo. La comida, con ingredientes típicos chilenos, desde papas moradas hasta quinua e incluso la famosa patasca altiplánica que se sirve en San Pedro de Atacama. Acá un video del lugar.