Hallan población de chimpancés en remoto bosque africano

Hay un conflicto armado, guerrilla, pobreza, cazadores de fauna, y hasta la jirafa ‘Okapi’ -símbolo nacional-, en peligro; con todo en la República Democrática del Congo aún queda un territorio virgen que, según investigadores, preserva un importante número de simios. Pero no están a salvo. El comercio de carne silvestre y la búsqueda de elefantes están llevando a los cazadores cada vez más cerca de ellos.

A pesar de la existencia de cazadores furtivos, guerrilla  y milicias rebeldes, los bosques del norte de la República Democrática del Congo (RDC), fronterizo a la República Centroafricana (RCA), es probablemente uno de los últimos sitios vírgenes que quedan en el asolado continente africano. Allí, contra todo pronóstico prospera una numerosa población de chimpancés hasta ahora desconocida.

El primatólogo Cleve Hick, del Instituto Max Planck, Leipzig, Alemania, dirigió una investigación que, entre otras cosas, instaló por 8 meses cámaras de video activadas por movimiento en los bosques de Bili-Uele que mostraron una gran cantidad de vida silvestre, al mismo tiempo que restos que indican que los cazadores están aventurándose cada vez más en lo profundo de la selva.

En 2005 los investigadores habían realizado un censo de nidos, además de recorridos exploratorios de reconocimiento, repitiendo el método en 2012, que mostró que la tasa de nidos había permanecido estable durante el período.  “Nuestros resultados sugieren que las regiones y paisaje vecinos a Uele central son el hogar de una de las mayores poblaciones restantes de los chimpancés orientales, que abarque al menos 50.000 kms.2. Es probable que represente a miles de individuos, pero está bajo una creciente presión de la destrucción del hábitat, la minería y el comercio de carne de animales silvestres. Esta población ha permanecido hasta ahora oculto de los investigadores y no está protegida”, señalan en el estudio publicado esta semana en la revista Biological Conservation.

Las imágenes muestran a las madres enseñando a sus crías a comer insectos, machos vigilando el territorio, hienas, cerdos salvajes, osos hormigueros, hasta un leopardo atacando una cámara. Desgraciadamente, también registraron restos de cráneos de elefantes, que evidencian la presencia de cazadores en lo más remoto de la selva. Así, mientras las poblaciones de chimpancés han permanecido a salvo acá –en el resto de continente están muy disminuidas-, exactamente lo contrario ha acontecido con los elefantes.  

GUERRILLA Y CAZADORES

La situación política de la RDC no es la mejor para proteger animales en peligro de extinción como son los chimpancés: ejército de resistencia, guerrilla, refugiados de la (RCA), grupos armados que extraen oro ilegal, cazadores furtivos. Además, hay un gran movimiento comercial de carne silvestre en la cuenca congolesa, que incluye chimpancés –en 2010 los científicos estimaban en 440 ejemplares muertos al año-; pero el declive en otras zonas de animales silvestres, hará que los cazadores se internen más y más en los bosques, proyectan los investigadores.

Hace apenas unas semanas, el Consejo de Seguridad de la ONU por primera vez en su historia emanó una serie de sanciones tanto para la RDC como la RCA que castiga a personas o entidades que apoyen a grupos armados a través del tráfico ilícito de fauna. La medida intenta frenar la catastrófica situación de la matanza de elefantes, debido al lucrativo negocio del marfil.

En la RDC el chimpancé está protegido por ley, pero aquello no es garantía de nada. Tanto las fuerza militares como las milicias rebeldes son parte del peligro que acecha a la fauna en los bosques; los investigadores incluso creen que los militares entregan armas a los cazadores.

En la última Lista Roja (2013) de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, IUCN, el símbolo nacional de la RDC, la bellísima jirafa Okapi, encabezaba el oscuro recuento de animales en peligro.

ESPERANZA EN LA CUMBRE

Desde el próximo jueves 13 de febrero medio centenar de países estarán representados en la Cumbre Mundial contra el comercio ilegal de vida silvestre en Londres, para abordar la crítica situación de los elefantes y el comercio de marfil, como la caza de otras especies.

El tema no es simple. Está cruzado por la pobreza del continente africano, los conflictos políticos, la insurgencia armada, la delincuencia organizada en torno al tráfico de especies y subproductos de animales en peligro, para mercados como el asiático, donde se les considera exóticos y/o afrodisíacos.

Los responsables del estudio -llamado “La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia…”- tienen la esperanza que este increíble ecosistema hallado en la región de Bili-Uele logre ser protegido tras la cumbre, con medidas concretas y el financiamiento necesario.