Cuando para muchos en Chile la palabra “privatización” todavía parece la carta mágica que arreglará los problemas, ya en otros sitios se han dado cuenta que no es así. Algo tan esencial como el agua, potable y a la que todos tengan acceso, es motivo de amplio debate en Europa: casi dos millones de ciudadanos han firmado y se movilizan para impedir que este recurso sea objeto de privatizaciones. Y su campaña no ha terminado.
Los escandalosos márgenes de ganancia, el aumento de las tarifas, el mal servicio y desigual acceso y las crisis en el tratamiento del agua con sustancias nocivas, ha hecho que muchas ciudades hayan decidido tomar el control del servicio. Tal cual. Al proceso, que quizás por acá escandalizaría a varios, es llamado “Remunicipalización” del Agua.
¿Ejemplos?
París: Desde 1985 estaba en manos privadas. En 2008 el alcalde de la ciudad no renueva contrato y se crea un servicio público del agua. En un año de gestión se ahorran 35 millones de euros, las tarifas bajaron 8%, se entregó agua solidariamente a 44 mil familias y se ayudó a un centenar de pequeños agricultores a evitar el uso de químicos tóxicos que contaminan las aguas.
Buenos Aires: en manos privadas desde 1993, en 10 años las tarifas subieron un 88%.
En 2002 y a partir de la crisis que vive el país, se crea un sistema público que a poco andar entregó el servicio a 700 mil nuevos usuarios, ampliando la red a barrios de bajos ingresos.
Hamilton en Canadá, Dar es Salaam en Tanzania, Kuala Lumpur en Malasia.
El cambio no es fácil ni el sistema perfecto, entre otras cosas porque la fiscalización está en las mismas manos administradoras, pero hoy la ciudadanía tiene una voz que antes no tenía.
Sin embargo, la equidad y la asequibilidad y no las ganancias, son la prioridad.
Las experiencias y el debate en torno la reversibilidad de la privatización del agua y su retorno a manos públicas, son parte “Remunicipalización”, un libro del Corporate Europe Observatory (CEO), entidad ciudadana que fiscaliza a las grandes transnacionales y las amenazas que suponen para el medioambiente, la democracia y la justicia social; y TNI, Transnational Institute, una red de activistas-investigadores que se aboca al análisis de problemas globales y hace alianza con movimientos sociales.
Más en este video basado en el libro.
Duración: 5 minutos. Subtitulado.
