¿Es el azúcar una droga? En Francia, en el Centro de Investigación Científica de Burdeos, Serge Ahmed trabajaba en la adicción a la cocaína en ratas, cuando decidió cambiarles el desayuno por agua azucarada y descubrió que ésta era tan adictiva como la cocaína. Cada ingesta de azúcar libera dopamina (neurotransmisor asociado a los estímulos de placer a nivel cerebral), igual que la droga. El científico, de los primeros en publicar estudios con este enfoque, se atreve a más y señala que quizás estemos ofreciendo a nuestros hijos una droga dura. Así como en los años 60 nadie hablaba de adicción al tabaco y hoy es una pandemia.
En este documental de la televisión francesa de 2012 se muestra el fuerte lobby de la industria azucarera a todo nivel.
Philip James, especialista en nutrición y obesidad, era en 1990 director técnico de Nutrición de la Organización Mundial de la Salud, OMS, y encargado por ésta entregó un informe que señalaba que No necesitamos consumir nada de azúcar añadida, pues al cerebro le cuesta contar las calorías y decir basta… de allí a la obesidad, un paso.
Entonces, a James le tocó lidiar con las reacciones, entre ellas las del Ministro de sanidad de EE.UU., quien fue a la OMS a decir que ni la Coca Cola, refrescos azucarados ni el azúcar, eran responsables de ningún problema de salud.
El doctor James afirma que la industria alimentaria con sus “mezclas de grasa, azúcar y un poco de sal, que iluminan las zonas de placer del cerebro, nos ha hecho adictos poco a poco” y los médicos tardíamente han ido reaccionando.
En Europa el lobby del azúcar incluso creó el Centro de Investigación y Documentación sobre el Azúcar, que reúne productores de remolacha, caña de azúcar y otros actores del sector, de donde emanan toda suerte de “estudios” y desde donde se establecen relaciones con la comunidad tendientes a tranquilizarla respecto a la inocuidad del azúcar.
Para respaldar sus palabras incluso citan estudios de la autoridad sanitaria europea, EFSA (European Food Safety Authority), que en teoría entregar asesoramiento científico independiente, donde se afirma que “No hay relación entre el consumo de azúcar y la obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer”.
Ese informa de la EFSA, según su responsable el doctor Albert Flynn, recoge cuatro estudios de referencia, publicados en revistas científicas… dos de ellos financiados por la industria azucarera.
Desgraciadamente buena parte de los integrantes de EFSA han trabajado o lo hacen en la industria… ¿conflictos de intereses? De sus 21 miembros, 13 reconocen vínculos con empresas como Nestlé, Danone, Kellogs, Kraft, etc.
El etiquetado de los alimentos también ha sido escenario de su poder. En Inglaterra llevan varios años etiquetando con los colores del semáforo y el consumo de azúcar ha caído un 19%. La organización no gubernamental CEO (Corporate Europe Observatory), que supervisa los grupos de presión en Bruselas, muestra las presiones de la industria a los integrantes del parlamento europeo, donde el año 2010 hubo una verdadera batalla (perdida) por el etiquetado de alimentos en el tricolor del semáforo, y es que un producto marcado con el círculo rojo mandaría las ventas al piso… algo de aquello también se ha vivido en el Congreso chileno.
Documental de la televisión francesa de 2012.
Duración: 55 Minutos. Doblado.
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