Dos nuevos decomisos de cuatro toneladas de marfil que estaban ocultos en bolsas de semillas de sésamo denunció hoy el Servicio de Conservación de la Flora y Fauna de Kenia (KWS).
Según las autoridades el contrabando fue decomisado en el puerto keniata Mombasa, y tenía como destino Turquía, según la información publicada por el sitio web español La Información.
Se detalla que una de las cargas de más de mil piezas de marfil con un peso de dos toneladas fue interceptada este martes, mientras que otras 686 piezas con un peso de 1,9 toneladas fueron detectadas el viernes pasado en varios contenedores procedentes de Uganda.
El director del KWS, Arthur Tudor, afirmó que los análisis genéticos aclararán el origen del marfil, del que no se divulgó su posible valor en el mercado negro.
Este es el segundo gran decomiso de marfil de este año en Mombasa. En julio pasado fueron descubiertas más de tres toneladas de marfil que tenía como destino Malasia.
Según la organización KWS, la población de elefantes se sitúa en 32.000 gracias a la prohibición del comercio internacional y del trabajo de una unidad especializada del Kenya Wildlife Service .
Sin embargo, da cuenta que una decisión de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, CITES, en La Haya en 2007, para levantar parcialmente la prohibición del comercio internacional (y permitir la venta a China y Japón por parte de cuatro países de África del Sur: Botswana , Namibia , Sudáfrica y Zimbabwe ) han estimulado la caza furtiva en todo el área de distribución y el contrabando de marfil en todo el mundo.
Kenia sigue oponiéndose al levantamiento de la prohibición internacional del comercio de marfil.
Algunos de estos mamíferos están en peligro de extinción debido a la caza de los furtivos para arrancar sus cuernos y colmillos, a los que atribuyen propiedades medicinales y afrodisíacas en países de Asia. Sin embargo, algún destello de esperanza es posible. Ayer, se divulgó que el sitio de venta por internet Amazón, al menos para comercio en Reino Unido, no venderá nada que contenga derivados de animales en peligro de extinción, entre ellos elefantes.
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