La medida reducirá el consumo en 150 toneladas al año. Aunque en América Latina no es común aún, en Europa y EE.UU. los «Meatless Monday» son parte de una campaña de largo aliento que así como quiere reducir índices de obesidad y mejorar la salud, pretende ayudar a bajar el calentamiento global. También es parte de una moda dietaria, de los que se llaman “vegetarianos flexibles”.
Esta semana el ejército de Noruega informó que sus tropas dejarán de comer carne una vez a la semana para combatir a un nuevo enemigo: el calentamiento global. Parece un chiste, pero no lo es. La medida tomada por las autoridades noruegas y que será impuesta a todas sus unidades militares, incluyendo la marina, implica reducir el consumo de carne en 150 toneladas al año.
La cifra no es invento. Según la organización ambientalista The Future is in Our Hands, un noruego promedio consume en su vida más de 1.200 animales -1.147 pollos, 22 corderos, 6 vacas y 2.6 venados-. Noruega está entre los países nórdicos con legislaciones más liberales –o desarrolladas, según la óptica-, y desde hace un tiempo se promueve el hábito de olvidar la carne un día a la semana para “reducir el consumo de los recursos por los sectores más pudientes de la sociedad en aras de la protección ambiental y de los pobres del mundo”.
En el ejército explicaron que la medida adoptada, que regirá todos los días lunes, “es un paso hacia la protección de nuestro clima”, y nada tiene que ver con ajustes económicos. La óptica fue aplaudida desde la mencionada organización ambientalista, que elogió al Ministro de Defensa por “abordar temas climáticos y ambientalistas con seriedad”.
En todo el Mundo
Por estos lados puede generar sonrisas de incredulidad. Sin embargo, iniciativas como “Lunes sin carne” tienen larga data, se iniciaron en EE.UU. en 2003 auspiciado por la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins. Israel, Canadá, Croacia y Australia también han seguido la tendencia, lo mismo que algunas ciudades que han querido bajar tanto su huella de carbono como índices de obesidad; Sao Paulo en Brasil y Gante en Bélgica, entre ellas.
En EE.UU. este año se implementó el “lunes sin carne” en 1.000 colegios de Los Ángeles, con un alcance de casi 650.000 escolares. Las razones parten en los altos índices de obesidad, la incidencia de cáncer en los consumidores de grandes cantidades de carne (entre sus promotores está World Cancer Research Foundation), el cuidado del medioambiente y el rechazo cada vez mayor que despierta el sacrificio de animales.
La industria ganadera es una importantísima fuente de gas metano, uno de los gases de efecto invernadero que más calor atrapa en atmósfera, incluso mayor al que concentra el dióxido de carbono. Además, es una de las principales causas de degradación de aguas y tierra y fomenta la deforestación, constituyendo una amenaza ambiental que ante la cual la Organización de Alimentos y Agricultura de Naciones Unidas, FAO, urge a tomar medidas. Según FAO hasta un 18% de las emisiones mundiales provienen de la cadena de producción de la carne (deforestación, transporte y producción). Se dice que un kilo de carne supone el uso de 15.000 litros de agua.
¿Flexitarianismo????
En el mundo de las modas dietarias, el disminuir el consumo de carnes rojas en unos cuantos días de la semana es una tendencia cada vez mayor. La llaman “flexitarianismo” y se ha popularizado justamente gracias a campañas del tipo Meatless Monday (lunes sin carne).
El término proviene de aquellos que optan mayoritariamente por ingerir dietas ricas en frutas, vegetales y legumbres, pero incluyen la carne en la medida que el cuerpo “les pide”. O sea, unos “vegetarianos flexibles”.
Según un estudio de este año de la compañía de alimentos vegetarianos Linda McCartney Foods (fundado por la fallecida esposa del ex Beatle en 1991) ésta será una tendencia cada vez mayor. En su sitio web, Paul McCartney y sus hijas – todos fervientes vegetarianos- mantienen la campaña del “Meat Free Monday”, que lanzaron en Reino Unido en 2009. En ella figuran más de 840 mil personas que apoyan la iniciativa, entre otros los actores Gwyneth Paltrow y Kevin Spacey.
La familia McCartney entera manifiesta que el “lunes sin carne” tiene como objetivo “llevar a casa el mensaje de que un cambio muy sencillo en nuestro estilo de vida, sólo una vez a la semana, puede tener un impacto dramático y positivo en el planeta”.
Incluso desde el sitio se puede bajar una suerte de “paquete”, con recetas que pueden ayudar a implementar el cambio. Y ¡ojo! Un rápido vistazo a sus fotos de comida hacen olvidar la carne para siempre. La intención es que el “lunes sin carne” se extienda por toda la Unión Europea para tener de verdad un impacto en la reducción de la huella de carbono. En América Latina, ojalá.
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