Pese a la alegría por su inminente liberación, los 28 ambientalistas de Greenpeace, más dos periodistas independientes, siguen defendiendo la justicia de la misión que los llevó tras las rejas. Conocidos como ‘los 30 del Ártico’ desde su arresto y prisión de casi tres meses en Rusia, por protestar en una plataforma petrolera que pone en riesgo el frágil equilibrio de la zona, señalan que “Aún no hay amnistía para el Ártico, que sigue amenazado por las petroleras«.
Los activistas de Greenpeace, que estuvieron casi tres meses en prisión fueron amnistiados hoy por el parlamento ruso que esta mañana votó una enmienda que extiende el decreto de amnistía que se había presentado a los acusados de vandalismo. El texto incluye a los 28 activistas y a los dos periodistas independientes que fueron arrestados el 19 de septiembre por protestar en una plataforma de petróleo de la empresa Gazprom en el Ártico.
La intención era simplemente desplegar carteles de denuncia advirtiendo de los riesgos de explotar petróleo en un escenario tan sensible como el polo norte, cuyo alarmante deshielo –a causa del calentamiento global- ha despertado la avidez de las gigantes corporaciones internacionales explotadoras del hidrocarburo. Pero fueron violentamente detenidos.
Si bien todos están felices por el curso que finalmente tomó el caso, los activistas siguen alegando inocencia. “Fuimos acusados de un crimen que nunca cometimos”, dijo el argentino, Hernán Pérez Orsi, segundo oficial del barco de Greenpeace.
Desde Greenpeace Chile, su director Matías Asún, también celebró la noticia, pero señaló: «Ellos actuaron para denunciar uno de los mayores crímenes ambientales del siglo, fueron a poner el cuerpo para proteger el Ártico y por eso los acusaron de delitos que jamás cometieron. El Ártico continúa amenazado por las multinacionales petroleras, y nosotros no nos vamos a detener hasta lograr declarar el Ártico territorio protegido para toda la humanidad”.
La amnistía que los pondrá en libertad una vez que las autoridades firmen permisos de salida, se da en el contexto de los actos de conmemoración de los 20 años de la constitución rusa. Los activistas no tienen los sellos de ingreso en sus pasaportes, ya que fueron llevados a Rusia por las fuerzas de seguridad cuando fueron detenidos ilegalmente en aguas internacionales.
En las semanas previas Rusia no respetó la orden dictada por el tribunal internacional del mar, que ordenaba la liberación de los detenidos y su embarcación, a raíz de una demanda presentada por el gobierno holandés. El destino del Arctic Sunrise, el barco de Greenpeace, sigue siendo incierto.
El capitán del Arctic Sunrise, Peter Wilcox, declaró que “Nunca debimos haber sido acusados de vandalismo ni piratería. Estuvimos en el Ártico para atestiguar e informar al mundo de la inminente amenaza ambiental que implica perforar en busca de petróleo en esas frías aguas. Por eso fuimos capturados por gente encapuchada que nos amenazó con cuchillos y pistolas. Ahora es probable esta etapa termine, pero aún no hay amnistía para el Ártico que sigue amenazado por las petroleras».
Durante la campaña para liberar a los 30 del Ártico se hicieron 860 protestas en 46 países y en más de 150 ciudades de todo el mundo, y más de 2,6 millones de personas han reclamado a las embajadas rusas. En Chile más de 40 mil personas adhirieron a la petición.
Doce ganadores del Premio Nobel de la Paz habían pedido su liberación, entre ellos Adolfo Pérez Esquivel, Desmond Tutu, Aung San Suu Kyi y Lech Walesa. También brindaron su apoyo numerosas personalidades del arco político nacional e internacional y celebridades como Paul McCartney, Madonna, Ricky Martin, Alejandro Sanz y Pedro Almodóvar, entre otros.
Desde mediados de 2012 la defensa de los hielos árticos es motivo de una intensa campaña de Greenpeace, que incluye un petitorio de firmas destinado a Naciones Unidas para que declare la zona como un santuario natural, varias expediciones que buscan atestiguar el deterioro de los hielos y un impactante video (al final de la nota, el tercer video) cuya voz en off -del actor inglés Jude Law- pide “Salva el Ártico”.
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