Prohibir la minería para salvar el agua

La minería contamina en todas partes, pero suprimir la actividad es una idea más osada que fundar ‘un nuevo país’ para defender el acceso al agua de los ciudadanos. En todo caso es de la mayor lucidez, si se considera la situación de contaminación que sufren en El Salvador, cuya procuradora de medio ambiente señala que no hacerlo sería “un suicidio colectivo”.

El agua es vital. Fue reconocida como esencial para la vida por la ONU en 2010. Parece increíble, pero en muchos lugares del mundo es parte de la lucha diaria. Y las declaraciones de la encargada de medioambiente de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador, ponen el tema otra vez y de forma impactante.

La minería contamina en todas partes. En Chile, la pelea hoy es defender los glaciares, reserva esencial para los cursos de agua. Y hasta se ha ‘fundado un país’, en el intento de protección de esos recursos. Pero la idea de poner un stop a la minería, sí que es una idea osada.

En una entrevista con la agencia EFE, reproducida en diversos medios, Yanira Cortez Estévez, quien ostenta el cargo desde 2004, solicita desde ya al nuevo gobierno que resulte elegido el próximo domingo en las elecciones que prohíba la minería para proteger el agua.

La abogada señala que el agua es el principal problema de medioambiente que sufre el país centroamericano. Y basta con buscar en la web ‘Agua-El Salvador’ para entender que pese las constantes inundaciones que sufren y dan cuenta de gran cantidad de lluvias, la población tiene grandes problemas para acceder a agua potable. Por ello Cortez afirma que se reclamó a la Asamblea Legislativa reconocer en la Constitución el derecho al agua limpia.

Pero ella va más allá y explica que aún hoy los ríos de su país están sufriendo las consecuencias de explotaciones mineras de los años ’60 y ’70, por lo que esta industria simplemente no es viable en El Salvador e insistir en ella sería un “suicidio colectivo”.

«La minería metálica hace uso de una gran cantidad de agua, que es regresada con niveles de metales pesados bastante altos» que hacen imposible su uso, señala.

CONTAMINACIÓN INDUSTRIAL, AGROQUIMICA Y DOMICILIARIA

Los recursos de agua del país sufren de un problema de contaminación de larga data, debido a que las aguas residuales industriales, agroquímicas y domiciliarias se descargan en el medio ambiente sin ningún tipo de tratamiento. Los datos disponibles señalan que el 90% de las aguas superficiales están contaminadas. Y hace sólo cinco años se registraban 12 mil niños muertos cada año debido a  problemas gastrointestinales por beber agua contaminada. Tal vez, hay que recordar que en el mundo la diarrea es la segunda causa de muerte en menores de 5 años.

Además, en las últimas décadas, los caudales de ríos y vertientes han mermado debido a la deforestación.

Todos estos problemas, se profundizarían aún más con la minería, señala la procuradora, al tiempo que reivindica la necesidad de «impulsar una ley que frene de una vez por todas la minería metálica».

Señaló que El Salvador es un país “aguadependiente”, por su ubicación geográfica y densidad de población, que sus recursos hídricos dependen también de sus países vecinos, Honduras y Guatemala. Recordó, por si fuera poco, que la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) ya advirtió que dentro de la región su país es el que está más cerca del estrés hídrico. «Significa que somos los que tenemos menos acceso al agua limpia», aclaró la profesional.

La Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador ha acudido en dos ocasiones a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA para exponer la problemática. La última vez en 2011 para tratarla en relación con sus países vecinos.