Fueron aprobados 230 millones de pesos chilenos (medio millón de dólares) para el diseño de un centro de investigación científica entre los bosques más australes del planeta, puerta de entrada a la Antártica y Reserva de la Biósfera desde 2005. Por esa zona, que ya alberga al Parque Omora, pasan cada año 150 científicos y se ha transformado en ensayo de turismo sustentable.
Es la zona más austral de Chile y puerta de entrada a la Antártica. Y con el financiamiento de 230 millones de pesos aprobado el pasado martes por los Consejeros Regionales de la region más austral de Chile, Magallanes, el sueño de un grupo de científicos de convertir el área en una suerte de laboratorio para el turismo sustentable y la ciencia, da el primer paso: se podrá iniciar el diseño arquitectónico del que será el nuevo Centro Subantártico de Cabo de Hornos.
El proyecto fue presentado el año pasado por la Universidad de Magallanes, El Instituto de Ecología y Biodiversidad de Chile (IEB) y la Universidad de North Texas, con la idea de crear un centro de referencia mundial en biodiversidad, conservación e investigación. Liderando las gestiones, está el profesor asociado a estas entidades, Ricardo Rozzi, director desde su fundación en 2001 del Programa de Conservación Biocultural Subantártica.
«Este apoyo estatal permitirá consolidar la imagen de isla Navarino y su Parque Etnobotánico Omora, como ícono mundial del turismo sostenible, tal como lo son las islas Galápagos de Ecuador y la Selva de Costa Rica», adelanta el profesional sobre este jardín botánico que abarca un área de 1000 hectáreas. Funciona desde el año 2000 y condujo por su enfoque de conservación y educación ambiental, a que en 2005 UNESCO considerará al Archipiélago de Tierra del Fuego y los bosques más australes del mundo para crear la Reserva de la Biósfera Cabo de Hornos.
En el Parque Omara se ha desarrollado lo que es el primer proyecto en el mundo en su tipo de Ecoturismo con Lupa: la exploración de los mundos en miniatura de musgos y líquenes que surgieron hace 20 mil años, cuando el hielo retrocedió para dar vida a un ecosistema único en el mundo. Se hace monitoreo de aves, se estudia el impacto de ecoturismo en la vida del pájaro carpintero magallánico y otra investigación intenta rastrear la población de carpinteros gigantes, mientras también se estudia el impacto de especies introducidas, como el visón.
Por aquí pasan más de 150 investigadores al año y otros tantos llegan a la región para seguir a la Antártica. Además opera como centro de capacitación para futuros guías de la región.
EL NUEVO CENTRO
Para Rozzi, Chile ha destacado por los cielos despejados de Atacama que hoy albergan importantes observatorios astronómicos y ahora, con este nuevo centro, avanzará a su “segundo laboratorio natural con una ciencia subantártica en la cual geográficamente tiene una posición privilegiada”.
El centro permitirá desarrollar “ciencia, socio-ecología, educación científicamente ética y conservación a través del ecoturismo”. Por una parte, el proyecto desarrollará investigación subantártica de nivel mundial, además de formar capital humano especializado en ecología y turismo sustentable (aumentar las capacidades técnicas provinciales e implementar carreras de turismo con fundamento científico). Pero también quiere recibir a los visitantes en la reserva más austral del mundo.
La aprobación de los fondos por 12 de los 14 Cores –dos no estaban presentes-, permitirá al Ministerio de Obras Públicas llamar a licitación de aquí a octubre, contar con el diseño a más tardar en mayo de 2015, para iniciar la construcción en septiembre, con un costo total aproximado de 3.6 millones de dólares.
En el siguiente video puedes descubrir las maravillas del Parque Omora, este lugar, que Ricardo Rozzi describe como “una sala de clases sin paredes… un regalo para Chile y para el mundo en la punta sur de América, un laboratorio natural”.
Duración: 9.39 Minutos.