La animación revela las concentraciones de este gas efecto invernadero originado por la acción humana, pero también como varía por los ciclos biológicos de las plantas. Los peak de dióxido de carbono se registran en otoño e invierno, en primavera bajan debido al período de brote y floración.
Gracias a uno de los computadores de mayor resolución existentes, la NASA muestra en un video de animación cómo se distribuye y se mueve el dióxido de carbono en la atmósfera terrestre durante un año. Son imágenes tan impresionantes como atemorizantes e ilustran los diferentes concentraciones de este gas efecto invernadero en el hemisferio norte y sur, con mayores niveles en el primero; pues es donde están los mayores emisores y la mayor parte de los continentes, y la forma en que se dispersa por el mundo debido al efecto de los vientos. También cómo cambia debido los ciclos estacionales y el crecimiento de las plantas, además de los efectos de los incendios forestales.
Las alzas de CO2, debido a la quema de combustibles fósiles, se elevan progresivamente en otoño e invierno, cuando la vegetación está inactiva. Luego en primavera y gracias al periodo de brote y floración de plantas y árboles que absorben el gas, se marca una curva descendente que se mantiene durante el verano, antes de que el ciclo comience de nuevo.
De la mano del hombre y desde la Revolución Industrial, el CO2 ha ido en constante aumento, haciendo su nefasto aporte al calentamiento global. Este año, durante el mes de Abril se superó un número simbólico, registrándose niveles promedio de CO2 por sobre las 400 partes por millón (ppm), seguido de dos meses consecutivos con el mismo registro. Son niveles sin precedentes en al menos 800 mil años. En la era pre-industrial las concentraciones eran cercanas a las 280ppm.
En julio la NASA logró poner en órbita el OCO-2 (Orbiting Carbon Observatory), satélite que permitirá tener una visión global tanto de las fuentes emisoras, como de los sumideros naturales en tierra y océanos, pero las iniciativas científicas que buscan entender su comportamiento no sirven de mucho si no hay un real compromiso global para disminuir su presencia.
Los colores rojos y púrpuras muestran las mayores concentraciones de dióxido de carbono. Esta simulación corresponde a datos del CO2 entre enero y diciembre de 2006. Aunque los científicos trabajaban hace varios años en un modelo simulador, recién ahora lo lograron satisfactoriamente.
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