Los bosques que mata el fuego

Perder “verde” cuando hay sequía y altas temperaturas es grave. Perder bosques por incendios, la mayoría causados por el hombre, un drama que urge detener. Según expertos, el cambio climático aumentará la frecuencia e intensidad de los siniestros y en lo que ya es un ciclo nefasto, agrava la emisión de gases de efecto invernadero y recalienta aún más el clima. En 2013 el mundo perdió 18 millones de hectáreas de bosques, de ellos casi una cuarta parte fue por incendios forestales.

Tras 18 días de combate, recién el martes en Chile la Corporación Nacional Forestal dio por “controlado” el incendio que arrasó con 6 mil 599 hectáreas de bosque nativo en la Reserva Nacional China Muerta en la Región de La Araucanía. El siniestro también quemó 70 hectáreas aledañas del Parque Nacional Conguillío, donde se perdieron centenarios bosques de araucarias, lingues y ñirres. Con todo, una veintena de incendios aún se mantienen activos en el sur del país, afectando una superficie total de más de 15 mil hectáreas (ha).

Como en Chile, en el resto del planeta los incendios son grandes «contribuyentes» en la pérdida de los bosques. Según investigadores de Global Forest Watch, en 2013 el mundo perdió 18 millones de hectáreas de bosques, cifra menor a las más de 23 millones de ha del año 2012, pero que marca un incremento de 5.2 % en relación a los promedios desde el año 2000 en adelante. Lo preocupante es que el 34% de esa pérdida total corresponden a bosques rusos y canadienses, que fueron arrasados por incendios.

El ranking de los 10 países que perdieron más cubierta forestal, la encabezan Rusia (4.319.000 hectáreas), Canadá (2.450.000 ha), Brasil (1.736.000 ha) y EE.UU. (1.736.000 ha). Le siguen Indonesia (1.605.000 ha), República Democrática del Congo (608.000 ha), China (523.000) y Malasia (465.000). Cierran el listado, dos latinos: Argentina (439.000) y Paraguay (421.000).

Las cifras incluyen pérdida de bosques por deforestación para desarrollo urbano, exploración y explotación de petróleo y gas, incendios, tala para agricultura o plantaciones para la industria forestal.  Aunque los bosques tropicales siguen teniendo la mayor pérdida en general, los investigadores –que para cartografiar los bosques cotejaron 400 mil imágenes satelitales de la superficie de la Tierra-  mostraron especial preocupación por los bosques boreales de Rusia, Canadá y Alaska, que registran el aumento más acelerado de pérdidas que cualquier otra región.

MÁS INCENDIOS POR EL CAMBIO CLIMÁTICO

Los incendios, el cambio climático y la expansión de infraestructura, tienen cada vez un mayor impacto en la cubierta verde del mundo, afirman expertos. Y claro, los bosques destruidos pueden volver a crecer, pero es un proceso que lleva siglos. Como ocurrirá con las araucarias quemadas del Parque Nacional Conguillío, donde para reforestar utilizarán material genético de los árboles siniestrados, pero les tomará más de 100 años crecer.

Según los estudios, los incendios representaron cerca del 70% de la pérdida total de los bosques en Rusia y CanadáLos bosques boreales, como la selva y otras cubiertas vegetales, son uno de los grandes sumideros de carbono del planeta, encargándose de buena parte del CO2 producido por el hombre y que recalienta el clima. Y es justamente el cambio climático, de acuerdo al pronóstico científico, el que hará aumentar la frecuencia e intensidad de los incendios en los bosques boreales. De hecho, se afirma que hoy se están quemando más que en cualquier otro momento en los últimos 10 mil años.

Y como parte del círculo nefasto, a mayores incendios forestales, más emisiones de gases efecto invernadero, que además liberan el carbono almacenado en la madera y el suelo. El efecto general, según la mayoría de los entendidos, será calentar aún más el clima.

FACTOR HUMANO

En Chile, a propósito del incendio en la Región de la Araucanía, primero se habló de rayos o exceso de calor como causa. Luego imágenes satelitales indicaron factor humano. Y es que en la mayoría de los casos, la negligencia en el manejo de basura en zonas boscosas, quemas agrícolas para eliminar desechos, fogatas o cigarrillos mal apagados, siguen siendo la causa de los incendios.

Sin ir más lejos, la lucha contra el tabaco en el mundo hoy tiene un nuevo flanco: no sólo hay daño a la salud, también son la causa de numerosos siniestros que causan quema de bosques, muerte de vida silvestre y mayor contaminación. El Atlas del Tabaco, elaborado la Sociedad Americana del Cáncer y la Fundación Mundial del Pulmón, registra un mapa con algunos de los incendios en el mundo cuya causa fueron colillas mal apagadas.

El  Atlás del Tabaco indica  algunos de los grandes incendios forestales generados por colillas de cigarrillo mal apagadas.

El Atlás del Tabaco indica algunos de los grandes incendios forestales generados por colillas de cigarrillo mal apagadas.

Allí Chile figura con el incendio que en diciembre de 2013 oscureció parte de la Región Metropolitana y que elevó a 33 grados la temperatura. Ocurrió en Melipilla y el saldo –tras la semana que demoró su control- fueron 16 mil hectáreas de bosque quemadas, alerta sanitaria y contaminación atmosférica por sobre los niveles normales.

IMPACTO ECOLÓGICO

No solo bosques. Durante un incendio muere todo; fauna y flora. Y lo que vive en los primeros 10 centímetros de profundidad: desechos orgánicos, nutrientes, insectos y microorganismos que mantienen el ecosistema saludable. Los suelos quedan estériles y en riesgo de que las lluvias inicien un proceso de erosión. Solo a partir de los tres años, allí puede crecer matorral, pero los árboles tardan al menos 10 años.

Los expertos afirman que los incendios del verano se apagan durante todo el año, porque la prevención es vital. En ella no sólo cuentan la limpieza de basura y matorrales. La explotación comercial de extensas áreas de especies exógenas altamente inflamables, como los monocultivos de pino y eucaliptus, favorecen la propagación del fuego por su alta propensión a arder. Además, consumen gran  cantidad de agua y resecan aún más los suelos.

Ni hablar de las precarias condiciones con que trabajan los bomberos. Y respecto a la persecución de los responsables… pocas veces se sabe de condenas. Con certeza faltan herramientas para mejorar peritajes incriminatorios y penas realmente disuasivas.