Ante la inminencia de las elecciones de 766 eurodiputados, en mayo próximo, las principales organizaciones verdes elaboraron un documento con 14 peticiones ambientales a la instancia que lleva la delantera en marcos regulatorios, so pena de perder su liderazgo. Entre ellas, el rechazo a los transgénicos, evitar las extracciones de agua profundas y acabar con el uso de combustibles fósiles y energía nuclear.
El próximo 25 de mayo hay elecciones de los 766 eurodiputados del Parlamento Europeo. Es la única instancia en que los ciudadanos tienen la posibilidad de elegir a nivel europeo. Ante la proximidad del evento, las cinco mayores organizaciones ambientalistas de España han elaborado un documento con 14 peticiones a los candidatos.
Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, Greenpeace, WWF, SEO BirdLife, recuerdan que el 80% de la legislación ambiental proviene del parlamento. “La crisis ambiental sigue siendo implacable –señala el documento-… Mientras, aumenta la huella ecológica de la Unión Europea (UE) y asistimos a retrocesos en el marco regulatorio ambiental”.
Señalan que Europa ha destacado siempre a nivel mundial por su ambición en cuestiones medioambientales. “Ahora, la UE se arriesga a perder este papel de liderazgo al sacrificar la sostenibilidad medioambiental a largo plazo, para obtener ganancias insostenibles a corto plazo”.
Entre las peticiones figuran las siguientes:
1. Tres objetivos vinculantes al 2030. Es decir, que todos los países miembros estén obligados a reducir “al menos el 55% de sus emisiones de gases efecto invernadero (comparadas con 1990); un objetivo de energías renovables de 45% y uno de eficiencia energética de 40% (año 2005 como referencia).
2. Fomentar la transición hacia un modelo energético renovable, justo y democrático; tomar medidas para acabar con el uso de combustibles fósiles, rechazar tecnologías muy impactantes y evitar extracciones en aguas profundas o la explotación del Ártico. La eliminación urgente de la energía nuclear.
3. Políticas que prioricen la reducción de residuos y el uso de recursos: “El planeta necesita que Europa reduzca de forma absoluta su consumo de recursos y no solo que consuma de manera más eficiente; políticas para fabricación de productos reciclables y reutilizables de calidad y eficientes en uso de recursos y energía; y las mismas exigencias a la importación.
4. Parar la pérdida de la biodiversidad; reforma a las normativas de pesca y agricultura para proteger hábitats, flora, fauna, aguas y suelos. Legislar para enfrentar el impacto de especies exóticas.
5. Mares más sanos: tras décadas de mala gestión, recuperar el stock pesquero, fomentar la pesca sostenible, y la lucha contra la pesca ilegal.
6. Agricultura que garantice la biodiversidad y el medio rural vivo: comercio local, producción extensiva, apoyo a los pequeños agricultores. Financiar investigación y desarrollo de prácticas agroecológicas (sin químicos y derivados de petróleo) para mejorar los ecosistemas agrarios. “Los transgénicos suponen una amenaza al modelo de agricultura sostenible”, el Parlamento debe rechazarlos y evitar su avance.
7. Ríos con vida y nueva cultura del agua. Vigilar el no deterioro de las masas de agua en ecosistemas fluviales y de agua dulce; definición de ‘caudales ecológicos’ que suponen restricción para otros usos. Además, rechazar la privatización del agua y garantizar acceso universal al agua potable.
8. Freno a la deforestación, que incrementa la emisión de gases efecto invernadero, la amenaza la vida silvestre y la subsistencia de millones de personas. Un reglamento sobre el comercio de madera y eliminar la importación de Soya, Aceite de Palma, Agrocombustibles, madera, papel, etc., procedentes de la degradación y deforestación de bosques.
Otras medidas se refieran a la gestión de químicos peligrosos para la salud humana y silvestre (nanomateriales, plaguicidas, disruptores endocrinos, eliminándolos de juguetes y cosméticos, entre otros); limitar la contaminación del aire; oponerse a tratados de libre comercio que amenacen la protección ambiental de la UE; eliminar subsidios a energías sucias y dañinas para el medioambiente; situar la justicia social ambiental y social en las políticas comerciales, dado el impacto que ésta tienen en otras regiones del planeta.
Finalmente, piden garantizar el derecho a la información y participación ciudadana en materia medioambiental y restricciones al lobby de la industria.
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