Se dice que es uno de los sitios más peligrosos para hacer conservación. Cientotreinta guardaparques han sido asesinados en el Parque Nacional de Virunga, en el Congo, y hace unos días su director fue emboscado y aunque está grave, sobrevivió. Allí hay que luchar contra guerrilleros, cazadores furtivos y, además, la posible explotación petrolera.
En 1985 fue la primatóloga Dian Fossey, quien murió víctima del mismo machete que guardaba en su dormitorio y que años antes había confiscado a cazadores en su lucha por defender a los grandes simios. Hace unos días la víctima en tierras africanas fue Emmanuel de Merode, Director del Parque Nacional de Virunga, quien sufrió una emboscada a manos de un grupo de hombres armados y sobrevivió, aunque permanece grave.
De Merode, quien en rigor pertenece a la nobleza belga -con título de príncipe-, es antropólogo y desde 2008 combate la caza de fauna silvestre y particularmente de los grandes gorilas de la montaña que viven en el parque -creado en 1925- y que no pasan de 200 ejemplares. Ubicado en la República Democrática del Congo (RDC), el recinto y su labor es blanco de quienes no trepidan en comerciar con su fauna. Desde 1996, más de 130 guardaparques han muerto en Virunga.
El recinto es parte del Instituto Congoleño para la Conservación de la Naturaleza (ICCN), que integran sitios declarados patrimonio mundial por UNESCO. Desde la entidad, su directora Irina Bokova señaló que “es inaceptable que profesionales de ICCN corran esos riesgos… los guardianes de parques demuestran gran coraje en su trabajo diario, llamo a las autoridades de la RDC a arrojar luz sobre este ataque y llevar a los perpetradores a la justicia”.
Además de Virunga, Bokova se refiere a la Reserva de Fauna Okapi (bellísima jirafa que es símbolo nacional del país, pero que debutó en la Lista Roja 2013 de animales en peligro debido a que la cazan por su carne y piel), y a otros tres parques patrimoniales en peligro que requieren protección. El gobierno congoleño en 2011 se comprometió –recuerda UNESCO- a hacer de sus sitios patrimoniales una ‘caja fuerte’.
Sin embargo, hace falta más que una declaración de intenciones. Situada en África ecuatorial, la RDC ocupa gran parte de la cuenta del Río Congo y se extiende hasta la región de los grandes lagos, siendo el segundo país más grande del continente después de Argelia. Ex colonia belga, su historia está marcada por los conflictos y la guerra civil, cruzada por la extracción ilegal de sus riquezas mineras; diamantes, coltan y casiterita.
La RDC también es rica en fauna. Tiene la selva más extensa del mundo después de la amazónica, pero además tiene sabanas, regiones montañosas y lagos. Tan rica es su biodiversidad que la WWF divide su territorio en 17 ecorregiones. Chimpancés, bonobos, gorilas de montaña e hipopótamos, son algunas de las especies que viven aquí y sufren de las consecuencias de su economía empobrecida por años conflictos. El tráfico de la carne silvestre tiene lugar aquí.
CONSERVACIONISTA
De Merode recibió un disparo en el estómago y cuatro en las piernas, cuando volvía solo en un vehículo, tras reunirse con un fiscal para entregar información sobre la explotación de petróleo en Virunga. El director del ICCN, concede que el trabajo de De Merode le ha traído gran cantidad de enemigos.
La petrolera británica implicada, Soco International insiste con las exploraciones en la zona, pese a persistente crítica de los ambientalistas, pues tiene la concesión entregada por el gobierno de Congo. Y sobre el atentado, niega implicancias.
A pesar de su título nobiliario, el príncipe, de 43 años, es un convencido conservacionista, creció en África y ha vivido buena parte de su vida allí, intentando mejorar la seguridad de los parques. Desde 2008 lo hace como director de Virunga y comanda a 680 guardaparques. Está casado con una paleontóloga que trabaja en Kenia.
“Es el lugar más peligroso del mundo para tratar de practicar la conservación de la vida silvestre”, señala un fotógrafo de National Geographic que ha trabajado en Virunga y conoce a De Merode: “la persona más comprometida que he conocido en mi carrera”, señala.
El Parque Nacional Virunga, Patrimonio de la Humanidad desde 1979, es el más antiguo de África y tiene una extensión de 7.800 kilómetros cuadrados, y es fronterizo con Ruanda, por lo que ha debido lidiar también con sus guerrilleros. Además de otras milicias y grupos revolucionarios congoleños que, se dice, tienen campamentos y se esconden en su enorme extensión de selva. Recientemente y aceptando la magnitud del problema, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas emanó una resolución que castiga a quienes financian, con dineros de tráfico de fauna silvestre, a grupos armados en este país y su vecina República Centroafricana.
El último esfuerzo por concientizar al mundo sobre la protección del parque es el documental Virunga, que paradojalmente fue estrenado en el Festival de cine de Tribeca el pasado jueves, un día después del atentado a De Merode, donde se muestra parta de su labor.
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