Patagonia sin represas: Rechazado el proyecto HidroAysén

De manera unánime el Comité de Ministros el Gobierno chileno revocó la Resolución de Calificación Ambiental, poniendo fin a siete años de controversias. La empresa podrá apelar al Tribunal Ambiental de Valdivia, una vez notificada. Ambientalistas y políticos contrarios al proyecto celebran y coinciden: marca un antes y un después.

“La Patagonia se ha salvado de un proyecto que le ponía la lápida… con esto hay un giro de la política energética y marca un precedente para quienes quieren hacer de las regiones zonas de sacrificio”, señaló el senador independiente por Aysén Antonio Horvarth, ante la decisión unánime del Comité de Ministros de rechazar el proyecto HidroAysén y dejar sin efecto la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) otorgada en mayo de 2011.

Fueron 34 las reclamaciones presentadas por la ciudadanía, entre mayo y octubre de 2011 y que los ministerios de Energía, Minería, Economía, Salud, Agricultura y Medio Ambiente analizaron desde la última sesión, el 19 de marzo. La empresa, de propiedad de Endesa España (51%) y Colbún (49%), puede apelar en un plazo de 30 días, luego de la notificación, ante el Tribunal Ambiental de Valdivia (que integran tres jueces designados mediante un mecanismo complejo).

¿POR QUÉ?

Tal como está concebido, el proyecto está rechazado y la decisión pone fin a siete años de controversia desde que ingreso a trámite en agosto de 2008. En concreto, fueron tres los ítems que marcaron el rechazo: la ausencia de un plan de relocalización de 39 familias; desde el punto de vista hidrológico se modifican caudales de río y se afectan glaciares y no hay medidas de mitigación, reparación y compensación; y tercero hay un “levantamiento de línea base insuficiente” (catastro de fauna terrestre), por tanto no cuantifica el impacto sobre ésta y, en consecuencia, tampoco presenta medidas de mitificación. 

HidroAysén pretendía construir cinco centrales de generación hidroeléctrica para generar 2.750 megavatios, en los ríos Pascua y Baker, en las comunas de Cochrane, Villa O´Higgins y Tortel de la Región de Aysén, que inundarían 5.900 hectáreas.

TRIUNFO AMBIENTAL MAYOR

“Lo que ocurrió hoy es uno de los mayores triunfos ambientales de la década pues ha sido la gente la que impuso el cuidado del medio ambiente sobre la ambición de unos pocos. Esta es la prueba de que actuando juntos podemos cambiar la historia y construir otros caminos de desarrollo”, declaró el director de Greenpeace Chile, Matías Asún.

Sostuvo que hoy Chile tiene la “oportunidad única de potenciar sus energías renovables, el ahorro energético e impulsar proyectos de bajo impacto ambiental”.

WWF señala que este rechazo entrega grandes lecciones para otras iniciativas similares: “Cualquier futuro proyecto de gran impacto en la Patagonia deberá responder primero a la pregunta de qué tipo de desarrollo queremos como país y para esta zona, y para responderla creemos que se debe abrir una gran discusión nacional”.

UN ANTES Y DESPUÉS

Sara Larraín, de Chile Sustentable, declaró que “es una tremenda noticia para Chile, es un triunfo de todos los chilenos, porque implica dos elementos de justicia: no seguir imponiendo proyectos a las regiones que éstas no quieren, y poner justicia en los procedimientos de evaluación; éstos tienes que ser transparentes… la autoridad no puede seguir agachando la cabeza por el lobby político”.

Aseguró que la decisión marca un antes y un después para la institucionalidad ambiental. Pero no sólo para ésta, Iván Fuentes, diputado por Aysén, afirmó que cualquier proyecto futuro “tiene que ser conectado con la ciudadana y respetuoso de la naturaleza… no hay otra casa para los seres humanos y si dañamos esto, estamos dañándonos entre todos. Estamos contentos”, concluyó.