Circo sin animales: tendencia al alza

En el Distrito Federal de México acaban de aprobar la medida que ya opera en varios estados del país y que está vigente en Bolivia, Perú, Paraguay y países europeos. No sin polémicas, se abren paso en el mundo las leyes que buscan reivindicar el derecho de los animales a vivir en su hábitat y no ser sometidos a comportamientos antinaturales. 

Es una tendencia que poco a poco suma ciudades. En Sudamérica los primeros países en prohibir los circos con animales fueron Bolivia (2009) y Perú (2011). Casi una docena de estados y ciudades mexicanos ya aprobaron la medida y ahora lo está haciendo el Distrito Federal (DF). No sin polémicas, pues el gremio de los circenses reclama y hasta que entre en vigencia la medida, en un año, harán presentes sus reparos.

Se habla de la afectación de sus derechos humanos, de la larga tradición del negocio, de los empleos que quizás peligren; aunque habrá apoyo al gremio para transformar sus espectáculos e incluso se sugieren beneficios fiscales. Pero para los animales de los circos por primera vez primarán sus derechos.

Fue la iniciativa del estado de Querétaro, a fines de 2013, en paralelo a la campaña nacional “Yo no quiero circo con animales”, del movimiento Anima Naturalis, el que inició la discusión sobre el maltrato al que son sometidos, además de la explotación, por esta industria del entretenimiento. Y lo dice muy claro un diputado mexicano del Partido Verde Ecologista: “No es naturaleza de un tigre saltar aros de fuego, ni la de un oso andar en patines, como tampoco la de un elefante encadenarse y levantarse en dos patas”.

Parte del texto aprobado el pasado 9 de junio por la Asamblea  Legislativa del Distrito Federal (ALDF) señala «queda estrictamente prohibido, presentar en espectáculos circenses, obsequiar, distribuir, vender y -en general- efectuar cualquier uso de animales vivos tales como utilizarlos como premios en sorteos, juegos, concursos, rifas, loterías, para tomarse fotografías o cualquier otra actividad análoga», y se refiere a animales silvestres o domésticos.

SHOWS RETRÓGRADOS

Las malas prácticas hacia los animales en los circos no son noticia para nadie. Cada tanto los noticiarios muestran las penosas condiciones en que son mantenidos, en espacios mínimos, mal alimentados, sometidos a estrés y castigos. Obligados, además, a asumir comportamientos antinaturales y ofreciendo a los más pequeños, a quienes en esencia están destinados los show, un mensaje errado; no el correcto: los animales deben vivir libres y en su hábitat natural.

En los países donde se ha adoptado, esta normativa ha venido a reformar leyes de Protección Animal y/o espectáculos públicos. Para sus promotores el circo sin animales, destierra shows “deprimentes, indignantes y retrógrados”, que ofenden la libertad y transgreden la conducta natural de los animales.

Un reciente sondeo de opinión pública en México, reveló que el 60% de sus habitantes apoya el circo sin animales, porque se avanza en su protección contra el maltrato. Además consideran que la medida servirá para renovar el espectáculo circense. Activistas mexicanos de Anima Naturalis señalan que ahora irán por la prohibición de las cuestionadísimas corridas toros y el rodeo en Chile, porque “los derechos animales, a la vida, a la libertad, a no ser torturados y a no ser considerados propiedad”, son para todos.

Este año el Parlamento de Catalunya inició la tramitación para prohibir el uso de animales en circos en todo el territorio catalán, aunque ya es un hecho en varias de sus ciudades. La medida implica la prohibición de cualquier espectáculo con animales, por ello el zoo de Barcelona también pondrá fin a su show con delfines.

Otros países donde no se permiten estas prácticas son Austria, Grecia, Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Hungría, Portugal, Croacia, Bosnia Herzegovina, Noruega, Costa Rica, India, Israel, Singapur, Paraguay y Eslovenia.