Empujada por la campaña de Greenpeace, respaldada por más de un millón de personas, hoy la compañía de juguetes dijo que no renovará su contrato con la petrolera. “Es un signo de los tiempos que corren”, dijo la entidad ecologista, que espera que otras organizaciones piensen mejor las asociaciones que hacen.
Luego de una campaña de tres meses, respaldada por más de un millón de personas que firmaron para pedir el término de la alianza entre el fabricante de juguetes LEGO y la petrolera Shell, y un video con 6 millones de vistas del Ártico siendo inundado por el oscuro fluido del crudo (construido en los populares bloques), hoy LEGO anunció que no renovará contrato con la transnacional anglo-holandesa.
La ofensiva fue lanzada en julio por Greenpeace, cuestionando el vínculo comercial por importar un dudoso mensaje a los miles de niños fanáticos de estos juegos de bloques. Shell quiere hacer creer que perforar el Ártico para extraer petróleo y destruir el planeta, son acciones inofensivas, reclamaba la entidad ecologista, subrayando que los millones de kit de juegos a la venta en bencineras de 26 países predisponían positivamente a los niños hacia su marca.
NEGATIVA
Al comienzo LEGO se resistió, señalando que se estaba utilizando su marca en una disputa entre organizaciones –Shell v/s Greenpeace-, que nada tenía que ver con ellos. Mientras la ONG alegaba que “cada empresa tiene la responsabilidad de elegir sus socios y proveedores éticamente. LEGO dice que quiere dejarles a los niños un mundo mejor y sin embargo está asociado con Shell, uno de los mayores contaminadores en el planeta que ahora está amenazando el Ártico”.
Hoy y a través de un breve comunicado la compañía anunció que “tal como están las cosas en la actualidad no vamos a renovar el contrato de co-promoción con Shell cuando termine el presente contrato”. Éste se inició en 2011 y según LEGO “cumple con el objetivo de acercar los bloques a manos de muchos niños”. Aclara que “estamos decididos a dejar un impacto positivo en la sociedad y el planeta que los niños van a heredar” y puntualiza que no están de acuerdo con las tácticas usadas por Greenpeace.
VIENTOS DE CAMBIO
“Estamos súper contentos de que LEGO finalmente haya decido hacer lo correcto”, señala Greenpeace en su sitio web. “Para mantener la respetabilidad ante la creciente oposición a la perforación del Ártico, Shell necesita rodearse de marcas decentes y muy queridas –museos, galerías de arte, festivales musicales, eventos deportivos-. El anuncio de LEGO –puntualiza- es un paso importante para soplar en la cubierta de Shell”,
El director de la ONG en Reino Unido, John Sauven, añadió que es un signo de los cambios que están sucediendo, empujados por la mayor conciencia pública hacia las compañías petroleras. Y espera que la jugada de LEGO mueva a otras organizaciones, como el Museo de Ciencias de Londres, donde Shell patrocina una exposición sobre el cambio climático, a pensar mejor en las asociaciones que hacen.
“Está claro que Shell está intentando ir a cuestas de la credibilidad de otras marcas. Es buena estrategia de relaciones públicas si lo logra, pero si no, como lo hemos demostrado, le hace mucho daño”, dijo en The Guardian. Un consultor de marcas señaló al mismo diario inglés que “este es un llamado de atención a otras compañías de petróleo y gas, que deben reconocer que no pueden presionar así a la generación (menor) que va a heredar la Tierra”.
La intensa campaña que lidera Greenpeace para evitar el acoso de los petroleras al Ártico, iniciada a mediados de 2012 para pedir la declaración de zona protegida, no se detiene. Ahora el objetivo es lograr 10 millones de firmas; ya superaron los 6 millones. Shell, entre tanto, que desistió de perforar durante 2013 por problemas climáticos y de seguridad y el pasado verano de 2014 fue detenida por los tribunales norteamericanos y los recursos interpuestos por tribus nativas y grupos ecologistas, recientemente presentó a las autoridades del país planes para extraer crudo frente a las costas de Alaska en 2015.
Eso a pesar de que los últimos registros del centro que monitorea el Ártico, señalan que el pasado verano en el Polo Norte se perdieron 5 millones de km2 de hielos marinos.
Acá el video de la campaña: