De la reducción de emisiones de efecto invernadero ni una línea dijo la recién finalizada Cumbre de Varsovia. Los países asistentes en vez de “comprometerse” ahora sólo “contribuirán”, diferencia que alude al carácter voluntario del “aporte”. Lo más concreto: $280 millones de dólares para mitigar la deforestación. “La falta de urgencia ha sido repugnante”, “Esta fue una farsa”, dijeron las ONG que se retiraron de la reunión en protesta por la falta de acuerdos.
Hace 15 días, y con el tifón de Filipinas como dramático telón de fondo, comenzaba en Varsovia la XIX Conferencia del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y terminó el pasado viernes con un gusto sino amargo, al menos decepcionante. El gesto impactante del representante del país afectado por el fenómeno climático que dejó más de 5.200 muertos, de iniciar un ayuno “hasta que se vislumbre un resultado significativo”, quedó en ello.
En definitiva, los países insulares más expuestos a los efectos de fenómenos meteorológicos atribuibles al cambio climático consiguieron un apéndice que bajo el nombre de “Mecanismo de Varsovia” se ocupará de daños, pérdidas y urgencias ante la ocurrencia de eventos, cuya primera cita se fijó para marzo de 2014. Aún no hay presupuesto definido.
La conferencia en Polonia que tenía por objeto avanzar sustantivamente en un nuevo pacto para entrar en vigencia en 2020, cuando cese el Protocolo de Kioto (que hoy sólo suscriben países responsables del 16% de las emisiones), se limitó a postergar los plazos hasta una próxima reunión en Lima 2014 (cuyos acuerdos serán jurídicamente vinculantes sólo en París 2015).
UNA FARSA
“La falta de urgencia mostrada por los gobiernos en este proceso ha sido repugnante… los negociadores en Varsovia deberían haber utilizado esta reunión para dar un paso grande… eso no sucedió y han colocado las negociaciones hacia un acuerdo mundial en 2015 en situación de riesgo”, señaló en un comunicado el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la ONG que junto con otras instancias ambientalistas (Oxfam, Amigos de la Tierra) y de la sociedad civil (Confederación Sindical Internacional), se retiraron de la cumbre el pasado jueves en señal de protesta ante el nulo avance en la toma de acuerdos.
«Esta fue una farsa. Se suponía que esto trataba sobre la reducción de emisiones, pero lo que vimos fue todo lo contrario – Japón bajando su objetivo, Australia retorciendo su legislación sobre el clima y Brasil reportando un incremento del 28% de su tasa de deforestación. Además, el completo fracaso de los países ricos en cumplir las promesas existentes en materia de financiamiento a largo plazo es poner a las personas más vulnerables en situación de riesgo…Demasiados gobiernos, del Norte y Sur, siguen sirviendo al lobby del carbón y el petróleo”, señalaron desde Greenpeace.
DE EMISIONES NADA
La ONU se limitó a señalar que en Varsovia se acordó reducir las emisiones de gas de efecto invernadero resultantes de la deforestación y degradación de bosques (mecanismo REED+) y que EE.UU., Reino Unido y Noruega comprometieron para tal acuerdo 280 millones de dólares.
Sobre la reducción de emisiones derivadas de uso de combustibles fósiles ni una palabra. Los países en Kioto se “comprometían” -en Varsovia “contribuirán”-, de manera voluntaria, palabras que generaron todo un debate al hacer el borrador. El sistema para evaluar estas “contribuciones” no pudo consensuarse. El calendario para presentar dichas contribuciones será el primer semestre de 2015.
La ayuda de los países desarrollados a los países pobres en el tema del cambio climático seguirá en torno a los 10.000 millones, muy lejos de los 100.000 que estos últimos demandaban, aunque se les apoyará con asistencia técnica para realizar sus propuestas de reducción de emisiones.
“Cruzo los dedos por mis colegas de Lima y París, por los logros que tenemos que alcanzar en los próximos años”, decía Marcin Korolec, ministro de Medio Ambiente polaco y presidente de la cumbre por ser el país anfitrión (cesado en su cargo durante la misma y que dejará la cartera el próximo miércoles!¡).
“En dos décadas, las conversaciones de la ONU no han logrado proporcionar una cura para la fiebre del mundo”, señala elocuentemente el huffingtonpost, sobre la eficacia de estas “cumbres” para ofrecer respuestas concretas al calentamiento global y califica de “modestos” los resultados de esta última. “Los delegados -apunta- salieron con una hoja de ruta vaga sobre cómo prepararse para un pacto que se supone deben adoptar en dos años”.
Tweet