LEGO promete abandonar el plástico en 2030

El grupo danés fabricante de los populares bloques, anunció una inversión de US$150 millones en la búsqueda de un material alternativo al polímero derivado del petróleo, del que en la actualidad usa 60 mil toneladas. La buena noticia llega tras un 2014 en que la marca se vio cuestionada y obligada por una mediática campaña a cortar sus lazos comerciales con Shell, petrolera que sigue empeñada en explotar crudo en el Ártico, pese a los riesgos ambientales.

Son tiempos de cambio y muchos se ponen a tono. Así lo entendió la empresa danesa LEGO, que hace unos días anunció una inversión de 150 millones de dólares para “investigación, desarrollo e implementación de nuevas materias primas sostenibles”. En otras palabras, para dejar de usar plástico en sus icónicos bloques y juguetes.

Ya se sabe: el impacto de este derivado del petróleo en el medio ambiente es enorme. Y a pesar de las campañas que llaman a la conciencia, las tasas de reciclaje siguen siendo bajas mientras la basura plástica termina tanto en la superficie como la profundidad de los mares. LEGO utiliza hasta hoy 60 mil toneladas de este material cada año en sus mil máquinas moldeadoras de México, Dinamarca y Hungría.

Claro que el cambio no será para mañana. La meta está puesta en 2030. Entre 2015 y 2016 la inversión permitirá establecer el Centro de Materiales Sustentables de LEGO en Billund, Dinamarca, y contratar a unos 100 especialistas para trabajar en el desafío de encontrar un material alternativo.  

“Se trata de un paso importante para el Grupo LEGO en nuestro camino hacia la apuesta 2030 sobre materiales sostenibles”, señaló Jørgen Vig Knudstorp, CEO y presidente del Grupo en su página web. Y entre tanto, cuenta los pasos que ha dado la empresa: “Ya hemos tomado medidas importantes para reducir nuestra huella de carbono y dejar un impacto positivo en el planeta mediante la reducción del tamaño de los embalajes, introduciendo embalajes con certificación FSC y la inversión en un parque eólico marino. Ahora vamos a estimular nuestro enfoque en los materiales”.

Imágenes como esta, que inundaron la red, fueron parte de la campaña que obligó a LEGO a terminar con Shell en 2014

Imágenes como ésta, que inundaron la red, fueron parte de la campaña que obligó a LEGO a terminar con Shell en 2014.

¿DAÑO EN LA IMAGEN?

Las intenciones de la empresa de encontrar una material amigable con el medioambiente ya se habían transparentado en febrero de 2014, pero fue recién en mayo pasado, en la Asamblea General del Grupo LEGO, cuando se decidió dar el impulso concreto.

Seguramente algo influyó la polémica en que estuvo envuelta la marca en 2014, debido a la alianza estratégica que inició en 2011 con la petrolera anglo-holandesa Shell. Algunos set de sus juguetes con el logo de Shell se vendían en gasolineras de 26 países del mundo, hasta que Greenpeace inició una intensa campaña que fue respaldada por más de un millón de personas que exigían que rompiera el vínculo.

La ONG cuestionaba el dudoso mensaje que se daba a los niños fanáticos de LEGO, asociando la marca a una transnacional que pone en peligro al mundo entero al perforar el Ártico en busca de petróleo, cuando la ciencia alerta sobre el peligro de intervenir un ecosistema que ya se está derritiendo y que es clave en la regulación climática global.

Aunque en un comienzo el grupo danés se negó a romper la alianza, la difusión de un video creado por Greenpeace que mostraba el Ártico en bloques y personajes de LEGO –incluido un oso polar- siendo inundado por petróleo de Shell tuvo un gran impacto. Luego de tres meses, LEGO anunció que no renovarían el contrato que tenían con la petrolera, reivindicando su intención de “dejar un impacto positivo en la sociedad y el planeta que los niños van a heredar”.