Cumbre contra el comercio ilegal de especies abre ciertas esperanzas

En la cita de Londres se acordó hacer cambios legales para equiparar el tráfico de marfil y cuerno de rinoceronte, entre otros derivados de la fauna amenazada, con delitos como tráfico de drogas y armas. También hubo polémica, los príncipes William y Harry, anfitriones del encuentro, fueron de cacería días antes a España, despertando la ira del cantante inglés Morrisey.

Ha sido calificado como el cuarto crimen que más dinero mueve, unos 12 mil millones de euros cada año, luego de la trata de personas, tráfico de armas y drogas. Por ello la firma de una declaración conjunta de 46 países en la Conferencia sobre Comercio Ilegal de Vida Silvestre en Londres ayer, para intentar frenarla, puede abrir esperanzas.

En la reunión participaron representantes de África, Asia, Europa y EE.UU., encabezados por el premier David Cameron, el Príncipe Carlos y sus hijos, William y Harry, y fue realizada en la casa de gobierno británica Lancaster House, y es en sí misma un hecho sin precedentes.

El documento emanado de ella y llamado “Declaración de Londres”, incluye una serie de acuerdos prácticos: renunciar a usar productos procedentes de especies en peligro y realizar cambios legislativos para calificar la caza furtiva y el tráfico de especies protegidas como delitos graves, equiparables al tráfico de drogas, armas y personas.  

En la declaración, de 13 páginas, se señala que el comercio ilegal ha escalado significativamente y tiene “consecuencias económicas, sociales y ambientales negativas”. En ella no sólo se habla de endurecer las leyes, también de hacer frente a la corrupción asociada, de contratar más agentes para abordar el tema y de apoyar a las comunidades que viven cerca de la vida silvestre.

ÁFRICA: CAZA-TRÁFICO-GUERRILLA

El ministro británico de RR.EE., William Hague, señaló que “esta es ahora una industria criminal global, clasificada junto a las drogas, el tráfico de armas y de personas. Impulsa la corrupción y la inseguridad, y socava los esfuerzos para reducir la pobreza y promover el desarrollo sostenible, en particular en los países africanos».

Entre los asistentes al encuentro figuraban cuatro mandatarios del continente negro, donde están las especies en mayor peligro, elefantes, rinocerontes, tigres, jirafas, entre otras. El presidente de Gabón, Ali Bongo Ondima, afirmó que el comercio ilegal de fauna «crea problemas de seguridad (nacional) y hace el dinero para las organizaciones rebeldes», subrayando una de las aristas del tema, que una reciente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU puso por primera vez en el tapete con una serie de sanciones para quienes en la República Democrática del Congo y República Centroafricana apoyen a las milicias con dineros de tráfico de animales.

Otra buena iniciativa surgida de la cita es que Etiopía, Botswana, Chad, Ruanda y Uganda impulsaron un plan conjunto para la protección del elefante. Para 2015 en Botswana se fijó otra reunión de alto nivel para chequear los progresos en la lucha contra el comercio de vida silvestre.

Cinco países de África central perdieron el 65% de su población de elefantes entre 2002 y 2011, existiendo una prohibición de venta de marfil de 1989. Durante la cita se recordó que la mayor parte de la población de elefantes se perderá en la próxima década si continúan los actuales niveles de caza. Tanzania pierde 30 elefantes diarios por ello. Los tigres en libertad no superan los 3.200. Sudáfrica perdió mil rinocerontes en 2013, un aumento de 50% en relación a 2012 y frente a sólo 13 en 2007.

JACKIE CHAN

La mayor parte de la demanda de marfil y cuerno de rinoceronte está en China y en el mercado asiático en general. En China, en el contexto de una serie de medidas de austeridad de la dirigencia comunista, se ha prohibido a nivel de estado el uso de productos de animales en peligro, pero que son altamente valorados y adquiridos por la creciente clase media del país.

En Asia el kilo de marfil se llega a transar en 2 mil dólares, mientras el kilo de cuerno de rinoceronte a 60 mil; más que el oro y la cocaína, según entendidos. A ambos productos se le atribuyen propiedades medicinales y afrodisíacas.

Al respecto, la estrella de películas de artes marciales Jackie Chan –presente en la cumbre junto a otras celebridades como el futbolista David Beckham-, señaló que en los últimos cinco años ha habido un cambio y la gente está rechazando los productos de marfil; lo atribuyó a un cambio generacional.

PRÍNCIPES HIPÓCRITAS, DICE MORRISEY

Sin embargo, la presencia de los hijos del Príncipe Carlos y sus declaraciones rimbombantes en relación a la caza, “Estamos aquí con un sencillo propósito compartido… usar nuestra influencia colectiva para poner fin a la matanza ilegal y el tráfico de algunas de las especies más emblemáticas y amenazadas de nuestro mundo”, no convencieron y causaron polémica.

El fin de semana previo a la cumbre, el duque de Cambridge, William, y su hermano Harry estuvieron cazando jabalíes y ciervos silvestres en una estancia privada en España. Esta incoherencia molestó, una vez más, al cantante inglés Morrisey, quien escribió una carta abierta desde Francia, publicada en su sitio, donde los acusa de hipócritas.

“Un día antes de hacer una declaración a favor del bienestar de los animales, el príncipe William fue visto en España (con Harry) disparando y matando a todos los ciervos y jabalíes que le fue posible. Aunque el discurso de William (escrito sin duda por sus asesores) se centraba en las especies en peligro de extinción, él es demasiado estúpido para darse cuenta de que animales como los tigres y los rinocerontes están extinguiéndose precisamente por gente como él y su hermano. Cuando disparas a un animal en la cabeza el resultado siempre es el mismo: la muerte”, señaló.

El ex vocalista de The Smiths, ferviente vegetariano y defensor de los derechos de los animales, dice que “hay que seguir y seguir preguntando por qué esta forma de violencia es aceptable para el establishment británico”. No es la primera vez que Morrisey arremete contra la familia real británica, de la cual dice que “no deja de ser una vergüenza colosal para el Reino Unido”.

Añade que la prensa de su país ‘tiene el deber de defender y limpiar su mal comportamiento… no importa cuán abismales e hipócritas sean sus acciones”. El músico termina la misiva señalando: “Los racionalistas, a los que no se nos permite hablar, somos lo suficientemente inteligentes como para darnos cuenta de que las especies en peligro de extinción están muriendo por gente como Guillermo y Enrique, y lo único que podemos hacer es rezar a Dios para que sus escopetas de caza exploten en sus caras”.

Desde la casa real, un vocero se limitó a señalar el Duque ha sido por años un defensor de la fauna en peligro y que sus campañas y acciones hablan por sí solas.