La ambiciosa ‘Alianza del Agua’ y el sueño de crear un canal de distribución

Son ideas del chileno Alfredo Zolezzi, creador de una tecnología que transforma agua servida en potable y que la próxima semana echará a andar el ambicioso proyecto para convertir a las grandes corporaciones consumidoras de agua en ‘aliadas’ con el objetivo de resolver uno de los mayores problemas humanitarios de estos días: el acceso al agua de casi 1.000 millones de personas. 

Alfredo Zolezzi, 56 años, es hombre de bajo perfil. Diseñador industrial de profesión, no le gusta salir demasiado en los medios, aunque en EE.UU. el gurú tecnológico y columnista del Washington Post, Vivek Wadhwa, ha dicho: “Debería ser héroe nacional chileno. Mi predicción es que dentro de 10 años él será llamado el Albert Einstein de hoy”.

Puede parecer exagerado, pero lo cierto es que el Sistema de Sanitización de Agua por Plasma (WPSS, su sigla en inglés) desarrollado por Zolezzi a mediados del año pasado pasó las pruebas de la National Sanititation Foundation (NSF) norteamericana y demostró que puede destruir el 100% de virus y bacterias de agua contaminada. Lo mejor: a menos de US$100.

Para él no fue sorpresa. Pruebas similares del Dictuc, de la Universidad Católica, ya lo habían certificado, pero tras pasar la barrera estadounidense, las posibilidades que soñó Zolezzi podrían concretarse. Lo llamaron de todas partes para hacer negocios, bancos, empresas, empresarios, etc. Se negó y lo sigue haciendo. Aún no es tiempo. Su sueño es otro: “Mi decisión es  permitir que llegue primero y sin costo a quienes no tienen acceso al agua”, ha dicho. Y eso es nada menos que 1.000 millones de personas.

ALIANZA Y CANAL

En una reciente entrevista a la Revista Qué Pasa explica en detalle su plan: La Alianza para el Agua y un canal de distribución del bien. Se trata de un modelo de negocio que seduce a las grandes corporaciones e inversionistas para participar de la construcción y distribución del purificador por todo el mundo, salvando vidas.

Si Pepsi gasta 79 litros de agua en hacer un litro de su bebida, Levis’s 11 mil en un jeans y Apple 45 mil para un teléfono, no es tan iluso pensar en que la devuelvan a través de la Alianza del Agua, piensa Zolezzi. En 2025 dos tercios de la población mundial sufrirá escasez de agua y la gente podrá donar dinero a las empresas que participan de estos proyectos de instalación de sanitizadores de agua en distintos países. Y seguir por webcam el proceso.

No se trata de una idea en papel. La próxima semana Alfredo Zolezzi da el puntapié para materializar el sueño, junto a algunos de sus socios en la aventura: Pentair, líder en sistemas de aguas, que junto a la empresa Jarden, construirán los equipos; Danone, 3M, Patriarch Partner; Fundación Avina, el BID y la Unicef. Además de otros aportes privados de Europa, seguramente se sumarán en el camino Coca Cola y PesiCo, con quienes ya han tenido conversaciones.

Durante el primer semestre de 2014 ocho países con problemas del agua serán parte del primer plan piloto: Ghana, India, Kenia, Bolivia, Brasil, Paraguay, Chile y Haití. Le interesa llevar agua a quienes no la tienen, pero quiere dejar instalado también “el modelo”, en que hace parte a las empresas de la solución del problema; que servirá para cualquier nueva tecnología: el canal de distribución del ‘bien’.

CON LA NASA Y EN CERRILLOS

Alfredo Zolezzi

Alfredo Zolezzi

“La tecnología sólo sirve si tiene un propósito y es usada. No podemos hacer innovación sólo para quienes la pueden comprar, ésta debe tener un sentido, que tiene que ver con hacernos cargo de una realidad social que muchas veces es ignorada, la de la pobreza”, dijo en una charla a estudiantes de la Universidad Adolfo Ibáñez.

Fue una charla para dejar un mensaje: “no se viene a la universidad porque se acabó el colegio, se viene a capacitarnos y a descubrir que es lo que podemos hacer por esto”, señaló y mostró las cifras: de 7.000 millones de personas en el mundo, 4 mil millones viven en la pobreza, 3 millones se mueren por contaminación directa, 800 millones no saben leer ni escribir, 900 millones sufren de desnutrición, y aún existen los niños esclavos.

Allí contó parte de su historia. Cómo fue que inició el Advanced Innovation Center,  con sede en su natal Viña del Mar, del cual es su director, con equipos y tecnología que era de la NASA y que en 2010 le cedió el mismísimo presidente Barak Obama, luego de la cancelación del programa de transbordadores espaciales; a cambio de hacer aplicaciones con ciencia avanzada para solucionar problemas de hoy.

Contó cómo si hubiese llevado su tecnología a Silicon Valley en 2011 cuando estuvo lista, habría recibido un suculento cheque. Pero prefirió llevarla a un campamento en Cerrillos, donde veinte familias vivieron por más de 20 años sin agua hasta que llegó el WPSS.

“Si somos capaces de generar impacto -le dijo a los estudiantes-, eso queda”.

Alfredo Zolezzi no se considera genio ni santo. Confiesa que cuando tenga todo firmado de manera irrevocable, para que esta tecnología llegue a los pobres sin costo, desarrollará otros productos para ganar mucha plata (farmacéuticas, industria automotriz, bancos, defensa, etc.) “Pero no plata de los pobres”, dice él.

Acá el video de la charla en la UAI
Duración: 11:08 Minutos.

La experiencia de los pobladores del Campamento San José, de Cerrillos y cómo el sanitizador les cambió la vida.
Duración: 9:45 Minutos