El periodista que exploró las poblaciones más longevas del planeta y bautizó esos sitios como “Zonas Azules”, relata en una Charla Ted sus inspiradores descubrimientos: una vida más calma, dieta basada en verduras, buenas redes de amigos y un propósito de vida. Hoy, trabaja ayudando a comunidades a transformar el entorno para hacerlo más saludable.
El periodista y explorador del National Geographic, Dan Buettner se interesó por estudiar los pueblos más longevos del mundo. Los encontró en Ikaria, Grecia; Cerdeña, Italia; Okinawa, un archipiélago al sur de Japón; en Loma Linda, con los Adventistas del Séptimo Día, de California, EE.UU.; y en Nicoya, Costa Rica.
Describió estos sitios como “The Blue Zones” y escribió un libro homónimo en el que describe los lugares y detalla las pautas de alimentación y vida de sus habitantes. También dictó una Charla Ted, el año 2010, realmente inspiradora. En las sociedades modernas, reflexiona Buettner, los debates para mejorar la vida pasan por decidir si correr una maratón o hacer yoga; comer tofu o carne orgánica… muy lejos de lo que encontró en estos sitios a los que fue con datos demográficos concretos y expertos en longevidad.
Cuenta que en Cerdeña, por ejemplo, los viejos de 102 años usan motocicleta y cortan leña, y mientras más viejo, mayor valor social. La dieta, muy simple: verduras, pan integral sin levadura, queso de animales que comen pasto (no maíz), beben moderadamente un vino con muchos polifenoles y no consumen carne. En Okinawa, donde viven las mujeres más longevas del mundo y las relaciones sociales son muy importantes, los platos de verduras con pescados son pequeños y dejan de comer cuando están satisfechos en un 80%. Los Adventistas de California basan su alimentación en el versículo 26 del Génesis de la Biblia: sólo legumbres y plantas verdes, nada de carne, y sagrados paseos semanales a la naturaleza…
No hay dieta que valga dice este explorador, con varios best seller y unos cuantos record en bicicleta en el cuerpo: es el conjunto. Ninguna de esas comunidades se mata en el gimnasio, sólo hacen sus actividades diarias (que no incluyen apretar botones para facilitar las tareas), pero todos tienen jardín. Cultivan una actitud positiva, se toman la vida con calma y disfrutan de importantes redes sociales (el aislamiento mata). Tienen un propósito, una razón por la cual levantarse cada día y la palabra jubilación no existe entre ellos. Su dieta está basada en las verduras y beben vino (excepto los adventistas) sin excesos.
Tras conocer sus hábitos el mismo Buettner cambio su estilo de vida y desde entonces lidera un proyecto sistémico llamado -como no-, “Proyecto Zona Azul”, en el que se ayuda a comunidades dispuestas (ciudadanos, escuelas, empresas, organizaciones, tiendas) a implementar los cambios para tener vidas mas saludables. Varias ciudades costeras de California, Minnesota y Iowa han adoptado planes de Calles Habitables, con corredores peatonales y rutas para bicicletas, por donde los niños pueden ir caminando al colegio; los restaurantes han optimizado sus menús y las empresas han modificado sus ambientes, se han creado clubes de caminatas y jardines comunitarios. Algunos resultados medibles son la reducción de un 40% de las atenciones de salud. Actualmente trabaja para aplicar el programa de optimización del entorno de salud en otras ciudades de Los Ángeles, Texas e Illinois, pues Buettner cree más en los cambios colectivos que en esfuerzos individuales.
Duración: 19.40 Minutos. Subtitulada.