¿La civilización industrial se dirige al colapso?

Un estudio que usa un modelo teórico financiado por NASA, advierte sobre la crisis de alimento, agua y energía que podría llevarnos al colapso, como ya ha ocurrido en nuestra civilización. Pero se puede evitar. ¿Cómo? Reducir, reducir, reducir: uso de recursos naturales, desigualdad social y crecimiento de la población.  

La explotación no sustentable de recursos y la creciente desigualdad en la distribución de la riqueza podrían llevar a un colapso de la civilización industrial en las próximas décadas. Esa es una de las conclusiones a las que ha llegado un estudio patrocinado en parte por el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de NASA, que se detalla en un artículo del diario británico de The Guardian. 

Considerando que las civilizaciones complejas son susceptibles de colapsar y que esto ha ocurrido a lo largo de la historia, el estudio cuestiona la sustentabilidad de la civilización moderna.

Se trata de una investigación independiente y basada en un nuevo modelo transdisciplinario, llamado ‘dinámicas humanas y de la naturaleza (Handy). Esta fue realizada por el matemático Safa Motesharrei de la Fundación Nacional de Ciencias de EE.UU. y apoyada por el Centro Nacional de Síntesis Socioambiental (SESYNC), en colaboración con un equipo de especialistas en ciencias naturales y sociales.

El modelo Handy se creó usando una subvención de NASA y la investigación ha sido aceptada para su publicación en la revista Elsevier, Ecological Economics, que es visada por un equipo científico calificado.

“Civilizaciones sofisticadas, complejas y creativas, pueden ser a la vez frágiles y efímeras”, como testimonian imperios caídos como Roma, Mesopotamia, Han, Maurya y Gupta. Pero cuáles son los factores que hoy nos ponen en riesgo: población, agua, agricultura y energía.

En los últimos 5 mil años, los dos factores sociales que se han conjugado para llevar al colapso son el abuso de los recursos naturales y la estratificación económica: “élite (ricos) y masa o plebeyos (pobres)”. Nada muy distinto de lo que ocurre hoy.

botin

EL COLAPSO LLEGA MÁS TARDE A LA ÉLITE

«… El superávit acumulado no se distribuye de manera uniforme en toda la sociedad, sino que ha sido controlado por una élite. Mientras la masa de la población, que produce esa riqueza, sólo recibe una pequeña parte, por lo general lo justo por encima del nivel de subsistencia».

Según el estudio, quienes dicen que nos salvará la tecnología, están equivocados: ésta puede aumentar la eficiencia de los recursos, pero tiende a aumentar el consumo y la escala de extracción.

Así las cosas, a pesar de que la sociedad “parece estar en un camino de sustentabilidad…”, las élites finalmente consumen demasiado y dan lugar a una hambruna en el pueblo; otro escenario es el agotamiento de los recursos el que lleva al ocaso, y los primeros perjudicados siguen siendo los ‘plebeyos’. En ambos casos los monopolios de riqueza de la élite, permiten que ‘los efectos perjudiciales” del colapso le lleguen más tarde y ella continúa “haciendo negocios como siempre” pese a la inminente catástrofe; esto habría pasado en el caso maya y romano.

En base a esta lección, el estudio advierte que mientras algunos miembros de la sociedad advierten sobre la urgencia de hacer cambios estructurales para evitar el desastre, las élites suelen oponerse y prefieren no hacer nada, basados en su larga supervivencia.

Pero incluso los peores escenarios son evitables, señalan los investigadores. ¿Cómo?:

1. Reducir la desigualdad para asegurar una distribución más equitativa.

2. Reducir dramáticamente el consumo y usar recursos renovables.

3. Reducir el crecimiento de la población.

Señala el artículo que el modelo HANDY de NASA ofrece una alarma de gran credibilidad para gobiernos, corporaciones y consumidores, empujando a reconocer que “los negocios tal como acostumbramos” no son sustentables. Y aunque es un modelo teórico, otros estudios con enfoques más empíricos han advertido de que una crisis de alimento, agua y energía “pueden crear una tormenta perfecta dentro de los próximos 15 años”.

Fuente: The Guardian.