805 millones de seres humanos padecen hambre

La última cifra entregada por FAO marca un descenso de casi 100 millones de personas con hambre en la última década. Respecto del año pasado, una baja leve, 842 millones; y algo más en relación a 2012, 868 millones. La tendencia a la baja abre esperanzas de lograr el Objetivo de Desarrollo del Milenio, de reducir a la mitad el número de subalimentados crónicos, a fines de 2015.  

A pesar de que el último reporte de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura, FAO, indica que en los últimos 10 años descendieron en más de 100 millones las víctimas del hambre, aún ésta sigue siendo un desafío global: 805 millones de personas –una de cada nueve, siguen padeciendo subalimentación crónica. En relación a últimas cifras el avance es modesto; 842 millones registró el período 2011-2013 (uno de cada ocho); y 868 millones las del período 2010-2012

Según el informe El estado de la seguridad alimentaria en el mundo, SOFI  (por sus siglas en inglés), el Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) de reducir a la mitad el número de personas que sufren hambre, podría cumplirse a fines de 2015, dado la tendencia general de reducción del este flagelo en los países en desarrollo y si se hacen los esfuerzos adecuados.

DÓNDE

En los países de Asia oriental y el Sudeste asiático, que han tenido un progreso económico general, el acceso a los alimentos ha mejorado rápidamente. Lo mismo que en países de Asia meridional y América Latina, que cuentan también con otras formas de protección social, que incluyen a sus áreas rurales.

Sin embargo, Asia, el continente más poblado del mundo, es donde siguen viviendo la mayoría de quienes sufren hambre: 526 millones de personas. En África las cosas no mejoran demasiado; uno de cada cuatro permanecen subalimentados de manera crónica. Oceanía sólo logró una disminución del 1.7% en relación al 14% que marcaba en 2012-2014. América Latina y el Caribe, son los continentes con mayores avances globales.

A la fecha, 63 países en desarrollo lograron la meta ODM y seis más llegaría en 2015. Otros 25 lograron también el objetivo más ambicioso de la Cumbre Mundial sobre Alimentación, CMA, de reducir a la mitad la desnutrición para 2015. Aunque el objetivo global, quedó en el camino.

Ejemplos de cómo siete países abordan el desafío y eventos externos que han afectado sus metas, figuran en SOFI 2014. El programa Hambre Cero en Brasil situó la seguridad alimentaria en centro de la agenda, logrando ambos objetivos ODM y CMA. Hoy para erradicar la extrema pobreza, se focaliza en la agricultura familiar y protección social. En Haití, el terremoto de 2010 aún deja sentir sus efectos; más de la mitad de la población está subalimentada. Hoy se intenta mejorar la productividad agrícola, favoreciendo al acceso de agricultores familiares a insumos. Indonesia ha adoptado mecanismos de coordinación entre ministerios, ONG y líderes comunitarios, centrados en mejorar la productividad agrícola y las dietas sanas. La producción de maíz logró que Malawi llegara a la meta ODM; pese a que la malnutrición afecta al 50% de sus niños menores de 5 años con retraso de crecimiento y a 12.8% con falta de peso. Por ello se trabaja en diversificar la producción e incluir en la dieta legumbres, leche, pescados. Otros países escogidos fueron Bolivia, Yemen y Madagascar; el primero por la inclusión de pueblos indígenas antes marginados en sus programas, y los dos últimos por las crisis político-económicas que han enfrentado.

ENFOQUE INTEGRAL

“Podemos ganar la guerra contra el hambre… con la ayuda de la comunidad internacional”, dicen los responsables de FAO, Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, FIDA; y el Programa Mundial de Alimentos, PMA. Pero subrayan que sólo es “posible con el necesario compromiso político… la buena comprensión de los problemas nacionales, políticas pertinentes y lecciones de otras experiencias”.

“La inseguridad alimentaria y la malnutrición son problemas complejos que no pueden ser resueltos por un solo sector o parte interesada; deben abordarse de manera coordinada”, señalan, con los gobiernos trabajando con el sector privado y la sociedad civil.

El informe advierte que la erradicación del hambre pasa por abordar el problema con un enfoque integrado, que incluya inversiones públicas y privadas para aumentar la productividad agrícola; el acceso a la tierra, servicios, tecnologías y mercados. Además de medidas para promover el desarrollo rural y la protección social de los más vulnerables, ante los conflictos y desastres naturales. También se enfatiza la importancia de programas de nutrición específicos, para madres y menores de cinco años.