¿Cómo se lucha contra la congestión?

Los tacos son comunes a toda gran ciudad y las soluciones, aunque polémicas, pasan en la mayoría por restricciones y tarificación vial. Puede no gustar de entrada, pero así como vivir en la ciudad tiene beneficios, debe tener costos si todos queremos de disfrutar de ellas. Acá los ejemplos de algunas grandes urbes.

La congestión vehicular afecta la calidad de vida de todos. Salir a la calle en auto puede ser un infierno. Y tomar el transporte público es igual o peor, al menos en Santiago. Pero el problema es común a cualquier capital o ciudad de grande a mediana. En todas se lucha contra los tacos y en todas se cuestionan las medidas adoptadas. En Chile, en diciembre debe anunciarse un plan nacional para descongestionar. En Madrid, las medidas rigen desde el 1 de Enero de 2015, ¿de qué van esas medidas y cómo se hace en otras capitales?

CHILE

La restricción vehicular en Santiago es algo a lo que ya se acostumbró el automovilista, pero no es la única medida posible. En junio se comunicó la creación de la Comisión Presidencial Promovilidad Urbana que, a más tardar el 15 de diciembre –previo encuestas, diálogos ciudadanos y comités regionales- deberá entregar un plan nacional que reduzca el tráfico en las calles capitalinas y otras de Valparaíso, Concepción y Antofagasta.

De las alternativas para desincentivar el automóvil y fomentar el uso del transporte público, la más polémica es la tarificación vial que implica el cobro por acceder a determinadas calles o zonas de alta congestión. Se dice que es injusta porque estará al alcance sólo de los bolsillos más pudientes. No obstante aquello, sus defensores señalan que beneficia a quienes usan el transporte público ya que incide directamente en una mejor circulación de los buses por la ciudad.

Está claro que medidas de corto plazo, como multas por restricción o la simple  sincronización de semáforos, deben alternarse con cambios estructurales, como ampliar la red del Metro, en combinación con trenes –algunos hablan incluso de tranvías-, vías exclusivas para buses, obviamente mejorando su servicio, y ciclovías.

Muchos ya se bajaron del auto y tomaron la bicicleta. Y han aumentado sus rutas, pero no son suficientes y tampoco del todo seguras, donde se ha restringido calle y vereda para hacerles espacio.

MADRID

Desde el 1 de enero la capital española cerrará el tránsito a todos los autos, con la sola excepción de los residentes, en una superficie de 190 hectáreas, las que sumadas a otros barrios ya limitados, completan 352 hectáreas de restricción. “Madrid para las personas, no para los vehículos” se llama el plan del Ayuntamiento, que en esencia promueve una ciudad más amigable con el peatón, las bicicletas y el transporte público, además de bajar la contaminación.

En el perímetro delimitado habrá 13 estacionamientos (que han elevado sus precios y penaliza aún más a motores diesel) y multas de 90 euros –con una veintena de cámaras de seguridad- para infractores que ocupen la calle. Las motos tendrán acceso libre y vehículos mayores de descarga solo podrán ingresar de lunes a viernes entre las 10 y las 13 horas.

CAPITALES EUROPEAS

Desde 2008 un globo aerostático informa a los parisinos la calidad del aire con distintos colores.

Desde 2008 un globo aerostático informa a los parisinos la calidad del aire con distintos colores.

En marzo París llegó a niveles altísimos de contaminación. Durante varios días los viajes en metro y bus fueron gratuitos y se aplicó restricción vehicular (que solo se había implementado antes en 1997). En la capital francesa, desde 2008 un globo aerostático elevado a 150 metros informa la calidad del aire cambiando de verde (buena), naranjo (moderada) o rojo cuando la contaminación llega a niveles críticos. Esta ciudad, donde un 40% es peatón, es de las más contaminadas del mundo porque el 60% de los buses funcionan con diesel y también muchos autos. En 10 años, la alcaldía ha quitado asfalto para hacer más ciclovías y paseos peatonales, pero hay incentivos fiscales que eliminar para bajar los niveles de diesel circulando. En la actualidad se prohíbe la entrada al casco urbano de vehículos de más de 17 años a diesel, 4×4 y camiones.

En Londres desde 2003 se aplica una tasa de congestión a los vehículos que ingresen al centro, entre las 7 y las 18 horas los días laborales. Se cobra casi 15 euros por desplazamiento, penalizado con una multa de entre 82 y 247 euros a quienes no paguen, por reconocimiento de placa patente. Quienes viven en la zona tienen un 90% de descuento y no pagan vehículos con más de 9 asientos.

Estocolmo en 2003 y vía referéndum, votó a favor de mantener un “impuesto de congestión” que había puesto a prueba meses antes. Desde entonces en la capital sueca se establecieron puntos automáticos de entrada y salida del área (vía identificación de matrícula) y se paga cada vez que se pasa por ellos.

De las primeras ciudades en cobrar tarifas por congestión fue Singapur, en 1975. También lo tienen Oslo, Berlín y en otras como Edimburgo o Nueva York se ha fracasado por la oposición pública. En Roma, existen Zonas de Tráfico Limitado en el centro, donde está restringida la circulación de lunes a viernes de 6.30 a 18 horas, y sábados de 14 a 18 horas. Los residentes deben pagar 55 euros cada cinco años por un auto, 300 euros por dos y si hay tres vehículos 550 al año.

En Milán el sistema Ecopass se introdujo en 2008 para los vehículos más contaminantes y se redujo drásticamente su circulación, pero no la congestión. En 2011 los ciudadanos votaron por mejorar el sistema por una tasa general que se implementa desde 2012, de 5 euros por día para ingresar al centro urbano entre las 7.30 y las 19.30 horas.